Se logró, de este modo, una Casa Consistorial de “sólida construcción y buenas condiciones”, y al mismo tiempo respetuosa con el conjunto en el que se enmarcaba, aunque la existencia de un gran patio común pronto fue objeto de ocupación por cuerpos auxiliares, levantadas por las distintas propiedades en que quedó dividida la manzana, sin atender a un plan común. Eran todavía volúmenes de escasa altura que no entraban en competencia con la volumetría general, tal y como se observa en las fotografías aéreas anteriores a la Guerra Civil, en las que la Casa de Empleados domina por su composición unitaria y presencia en el caserío.
De entonces a ahora un nuevo proceso ha acabado por colmatar el patio, especialmente, y aunque parezca insólito, en el sector municipal, donde han surgido cuerpos accesorios al interior para asumir las nuevas necesidades y con la misma altura que el principal. La recuperación de este patio central se ha convertido, por tanto, en el gran objetivo a conseguir a largo plazo en la manzana de Empleados, algo que incluso reconoce y se materializó como propuesta en el Plan de Aranjuez.
Profundas e irreversibles han sido las intervenciones en la propia Casa Consistorial, catalogada con protección tipológica grado 2 en el Plan General de Ordenación Urbana, de tal modo que en sus espacios interiores, reformados nuevamente en 1999, resulta ya imposible hallar rasgos de la distribución primitiva del siglo XVIII e incluso posterior del XIX, resultando un espacio anónimo y descontextualizado. Incluso en la fachada, aunque ya previamente perdido el equilibrio con el resto de la manzana, un gran marco central enlaza los pisos bajo y principal, los cuales se hallan desproporcionados entre sí y en sí, pues su ancho es excesivo en relación con la altura, originando formas cuadrangulares, ajenas a la composición del frente.
En cuanto a los demás edificios de la manzana de Empleados, la división inmobiliaria también se manifiesta al exterior, en el diferente tratamiento de los parámetros, fábrica vista o revocada, basamentos con aplacados de piedra, de las líneas de imposta, de las guarniciones o de las buhardillas, así como en la ampliación de huecos de planta baja, con el fin de destinarlos al uso administrativo o comercial. Sería necesario un plan conjunto para todas ellas, encaminado a rescatar su pérdida unidad, al menos en el patio central de la manzana y en fachada, mediante el sometimiento a unas mismas pautas compositivas y constructivas.