Según describe Don Ángel Ortiz Córdoba, en su libro:
Don Ángel, dice así:
LOS GOBERNADORES. EL MERCADO AL AIRE LIBRE
Pgs. 17-20
En el siglo XVIII ya se había dedicado un amplio espacio urbano donde se practicaban las transacciones comerciales y mercantiles, acordes con un mercado de abastos. En un plano de Domingo de Aguirre trazado en 1775, aparece una anchísima calle, alargada, denominada “Plaza de Abastos”, que divide claramente en dos el casco urbano del Real Sitio. Esta vía se iniciaba en el “Camino Real” o “Camino de Ocaña”, la actual carretera de Andalucía y terminaba en lo que sería calle del Foso. Aún no se había construido en su centro la línea de casas que dividiría en dos esta amplia zona, formando las actuales calles del Gobernador y Abastos. Los edificios nuevos serían la Casa del Gobernador, la de la Administración Patrimonial y la del duque de Medinaceli, cuyos nombres actuales son la Casa Ayuntamiento, los Colegios públicos y la casa de Carmena. La enorme plaza era cortada transversalmente por otras vías, una de las cuales era la de los Gremios, llamada en nuestro tiempo Rey. Otro pequeño espacio, adyacente por el sur, innominado en el plano de Aguirre, es la “plaza del Vidriado”. Este pequeño lugar desaparecería al construirse en él una nueva manzana, en la que más adelante tendrían su sede los primeros sindicatos obreros de Aranjuez. A espaldas de esta nueva casa se formó un pequeño callejón al que se designaría sucesivamente Taco, Taxo y Tajo.
Para comprender mejor la capacidad comercial de esta antigua plaza de Abastos, debemos situar los puestos de venta de los productos alimentitos hacia la parte de la carretera de Andalucía; las telas, lencería, zapatería, relojería, perfumes y alhajas, principalmente en los “soportales de la Plaza” y sus adyacentes a la carretera de Andalucía. En ellos se instala hoy una entidad bancaria, diversos comercios y un restorán. Todavía se conservan las arcadas de ladrillo cubiertos por una fachada para ganar espacio útil para estas industrias. El menaje de cocina, especialmente las vasijas de barro cocido y vidrio, en la plaza de que tomaba el nombre. Las frutas, verduras y demás hortalizas, hacia la parte de la calle de los Gremios, llegando hasta los soportales de aquella zona. Esta galería ha sido derribada recientemente para construir un bloque de viviendas. El pan se vendía en la otra zona de la plaza hacia la parte del camino Real. Allí también la Tocinería.
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Aparece ya el nombre de “Plaza” asociado con el de “cajones”. El mercado es una realidad, pero asentado al aire libre. Los puntos de venta, construida ya la nueva línea de casas que dividen en dos calles a la antigua Plaza de Abastos, la han reducido en gran parte, aunque todavía el sector dedicado a mercado sigue siendo amplio. Ahora estará limitado al sur por la posada de la Costurera y el Parador del Rey, y por el norte la casa Tocinería y las Tahonas del Rey, A lo largo de la carretera ya se habían ubicado los talleres de herrería y carretería, que junto con las tahonas, muchos de los actuales vecinos de Aranjuez hemos llegado a conocer. Las nueve tiendas de los soportales seguían siendo en este tiempo los comercios más lujosos.