TEXTO tomado del libro:
pag. 620-625
Obras Públicas.-Azud o represa del Tajo. Presa de Palacio
Cualquier referencia al azud y la represa del Tajo incluye necesariamente, por la cualidad de su ubicación, la complejidad paisajística del entorno, que deriva de la confluencia de la naturaleza y la arquitectura en el entramado privilegiado de los jardines, meandros del río, canales y obra civil por una parte, y, por otra, de los márgenes del Palacio Real y de las construcciones recientemente demolidas del histórico complejo industrial constituido por la fábrica y el molino de harinas, situados junto a la actual carretera M-305. Todo ellos en perfecta simbiosis con el Jardín de la Isla y el perímetro marcado por el ambiguo régimen hidrográfico que enlaza el medio natural con el recinto palaciego y se singulariza especialmente en el curso lateral del canal que bordea el frente norte del palacio.
Y es que el conjunto del azud y la presa del Tajo remite al primitivo canal de los molinos y aceñas de riego de la red de huertas que conformaban los ámbitos paisajísticos de lo que conoceríamos con posterioridad como Jardín de la Isla, y que flanqueaban la casa de los Maestres de la Orden de Santiago previamente a su integración en el patrimonio de la Corona, con la asunción por los Reyes Católicos de los maestrazgos de todas las órdenes militares. El Canal se remonta incluso a varios siglos atrás, existiendo constancia de su existencia allá por los siglos XII o XIII. En 1221, en concreto, se refiere la venta de un azuda en Aranzuech” por los herederos de Juan Orguio a Pascual de la Forcaida, quien también comprará en 1226 a Martín Abbat, concesionario de la Orden de Santiago, “quanta avia en las azeñas de Aranjuez, e en toda azuda”. Aranjuez entonces, tal como nos refieren Juan Carlos de Miguel y Cristina Segura, apenas se hallaba cultivado y las rentas que proporcionaba_