Según describe Manuel Díaz-Marta, en su libro
Don Manuel Díaz-Marta dice así: en el
CAPITULO II
LA PRESA DE ONTIGOLA
El estudio de la Mar de Ontígola
Mi interés por la Mar de Ontígola y su presa se remonta a mis años de escolar
transcurridos en Toledo, al ver en los mapas y textos de geografía que en los confines de la provincia y no lejos de mi ciudad se encontraba un "Mar", llamado
de Ontígola, a corta distancia del pueblo de este nombre. Tal interés se acrecentó
al divisar momentáneamente el diminuto mar y su presa desde el tren, en un viaje de Aranjuez a Ocaña. Más tarde no tuve otra oportunidad de ver aquel mar y menos de leer alguna noticia sobre el mismo. Habían de pasar varias décadas para que se despertara en España el interés por las obras antiguas que hoy existe.
A mi vuelta a Toledo en el año 1977, la actitud hacia esas obras había cambiado. Los países más adelantados mostraban un notable interés por conocer las obras de ingeniería del pasado, que en España se manifestaba por la aparición de una serie de artículos y algunos libros sobre el tema, por la creación de cátedras de historia y estética de la ingeniería en las Escuelas de Ingenieros de Caminos de Madrid y Barcelona y por los trabajos de numerosos historiadores locales sobre las obras antiguas de su entorno.
También mi afición a las obras antiguas de ingeniería se había acrecentado
durante mis años de ejercicio profesional: primeramente trabajando en un organismo con sede en Mérida, que tenía entre sus funciones la de restaurar las presas y acueductos romanos que rodean a la ciudad, y más tarde al contemplar en los países de América las obras de ingeniería prehispánicas y las construidas durante la colonización española. Entusiasmado con estas antiguas realizaciones,
me dediqué al estudio de las citadas obras, entre ellas algunas tan extraordinarias
como la del acueducto construido en México por el toledano fray Francisco de
Tembleque.
No es de extrañar, por tanto, que al regresar a Toledo, uno de mis primeros estudios de esta clase fuera el de la Mar de Ontígola y su presa.