Diversas edificaciones civiles y construcciones arquitectónicas complementarias, hoy con evidentes grados de abandono y obsolescencia, integra el conjunto de testimonios fabriles de lo que fuera la Casa de Máquinas o Central Eléctrica de Sotomayor, levantada a principios de siglo XX durante el reinado de Alfonso XIII junto al estribo izquierdo de la presa para el riego de la finca de la Monta o Sotomayor, que le presta el nombre por el normalmente se la conoce, y donde paulatinamente se iba transformando el soto en zona cultivable; y también de la Fabrica de energía eléctrica, enclavada junto al estribo derecho, que el Patrimonio tenía arrendada a la Sociedad Sobrinos de Peña y Villarejo y que ha sido demolida hace algunos años por los poderes públicos. El aire de ambigüedad de estas arquitecturas realizadas en materiales tradicionales quizá derive de su coexistencia con la pregnante imagen de las adiciones metálicas a las mismas de carácter industrial y maquinista: bastidores o parrillas estructurales, maquinaria de variado tipo y demás requerimientos funcionales.
Cabe destacar la sobriedad, elegancia y solidez de las imágenes de archivo que nos remiten a la fábrica: un macizo pabellón, aunque relativamente esbelto, de planta rectangular y cubierta a cuatro aguas con dos faldones predominantes, cuya vocación de neto funcional contenedor industrial no renunciaba a su condición de arquitectura “diseñada” que combinaba con sensibilidad las texturas revocadas de su planta superior, baja de techo, y la mampostería de la altísima planta inferior, sin faltar las referencias al ladrillo en el recercado de los huecos, que forman con los macizos una doble secuencia –horizontal y vertical- de disposición casi clasicista; hay que destacar también la balconada corrida en uno de los frentes laterales y los recios contrafuertes de esquina en talud.
En la actualidad quedan en confusa coexistencia testimonios ruinosos residuales de la primitiva fundación en mezcolanza con desordenados y parciales testigos de posteriores intervenciones acumuladas. Subsisten casi completas las huellas perimetrales de sus “fundaciones”, muros o bordes y zócalos de mampostería o toscos hormigones en masa, el arranque de los antiguos contrafuertes de sillería y de mampostería, restos de rompientes de hormigón y elementos industriales como escaleras, bastidores metálicos y componentes eléctricos. La imagen de cierta arqueología romántico-industrial convive con el peculiar encanto del sugestivo paisaje natural del entorno próximo y con los más prosaicos elementos fragmentarios añadidos, como muros de bloques de cemento, muros de ladrillo y cerramientos de malla metálicas.
En cuanto a la casa de las compuertas o Casa de Máquinas de Sotomayor, es hoy día un obsoleto pabellón cubierto a dos aguas sobre ligeras cerchas metálicas triangulares que conjuga un aspecto exterior con vocación de estilo, de resonancias neomudéjares (fachadas de sendos testeros con superiores perfiles oblicuos en solución escalonada, texturas de ladrillo y de piedra y amplios huecos) con un doble ámbito interior de diáfana especialidad, concebido como contenedor industrial, soporte residual de maquinaria y artefactos industriales del sistema de funcionamiento y centro de control de las compuertas. Tal construcción se articula en su entorno inmediato con un conjunto de obra civil, no exento de espectacularidad por su escala y la solidez de su aspecto, destinado a soporte y mecanización de las compuertas, así como a regulador de su función de paso y puente sobre el canal con acceso a la pequeña Central se trata de una edificación de aspecto compacto con pilas y soportes de sillería de gran porte y con potente tajamar central. El conjunto así formado, pilares de sillería, guías de las compuertas, compuertas y maquinaria de acción manual barandas, escaleras de acceso, etc., definen el tipo de conjunto de compuertas que se reitera en el curso del canal de las Aves con variantes circunstanciales según el trazado, la topografía y el caudal, lo que añade un matiz de sugestivas implantaciones industriales al sereno curso de los canales en los paisajes de la vega de Aranjuez.