Según describe José Luis Sancho, en su libro
Don José Luis Sancho dice así: en el
C A P I T U L O I I I
-El Real Sitio de Aranjuez-
Jardín de Isabel II
López y Malta resume de forma clara la gestión de pequeño jardín, el primero propiamente “urbano” de Aranjuez: “El jardín de Isabel II ocupa el pequeño terreno que se dejó para construir una manzana de casas paralelas a la de Infantes en la Plaza de San Antonio. Teniendo el cargo de administrador en 1830, don Miguel del Pino dispuso la plantación de un cuadro de árboles en aquel solar que ofrecía poco atractivo desde los balcones del Palacio Real.
Más adelante, para conmemorar los acontecimientos político de 1834, se construyó en el centro, rodeado de calada y alta verja de hierro, un pedestal de mármol blanco sobre el que se colocó una buena estatua de bronce de pequeña altura, representando a la Reina doña Isabel II, regalo que con este objeto hizo el embajador francés Mr. Juan Luis Brunette. Colocándose ocho bancos de piedra con respaldos perfectamente laboreados y ocho marmóreos jarrones sobre altos pedestales, suprimiendo todo encomio con decir que son hermanos y aún mejores que los del jardín del parterre. Se cerró el cuadro con una sencilla verja de madera para conservar los arbustos y variadas flores que se plantaron, sustituyéndola con la actual de hierro y machones de cantería, en virtud de Real Orden de 14 de septiembre de 1844. Habiendo crecido considerablemente los robustos plátanos que le rodean, presenta una deliciosa perspectiva en aquel punto este reducido vergel, cuyo interior se puede examinar acercándose al enverjado, el que tiene por base un cómodo y prolongado canapé de piedra por la Plaza de San Antonio, con dos entradas iguales a la de la portería por la calle de la Gobernación, donde hay dos pequeñas casetas”
Como más adelante señala el mismo autor, “este jardín estuvo a punto de pasar a manos privadas en virtud de la Ley de 18 de diciembre de 1869”. En la ordenación de Bonavía todo este lado de la plaza estaba ocupado por un gran edificio, como eco de la frontera Casa de Oficios y Caballeros, desarrollado en torno a un gran patio. En 1765 Marquet dividió esta área en tres solares, al parecer con el fin de igualar los puntos de diferencias de alturas entre ambas manzanas a uno y otro lado de la plaza. La solución definitiva de Marquet creó dos manzanas de igual longitud en la fachada a la plaza. La traza del jardín decimonónico, más compleja que la actual, aparece en el plano del IGN hacia 1865.
Está comprendido dentro de las dependencias del Palacio Real de Aranjuez en la declaración de éste como Monumento Histórico-Artístico por el decreto de 3 de junio de 1931 (R-I-M-52-00000013).