En dicho círculo central se ubica, tras una alta verja de hierro, una escultura de bronce que representa a Isabel II niña sobre pedestal de mármol blanco, con la inscripción:
“A ISABEL II
REYNA DE ESPAÑA
SU EXCELSA MADRE
MARÍA CRISTINA DE BORBÓN
GOBERNADORA DES REYNO
ACCEDIÓ A LA COLOCACIÓN DE ESTE MONUMETO
ERIGIDO A EXPENSAS
DE JUAN LUIS BRUNET
EN RECUERDO DE LOS
GRANDIOSOS ACONTECIMIENTOS
AÑO MDCCCXXXIV”
El promotor era a la sazón, embajador francés en España. Originalmente había cuatro jarrones en los ángulos de las cinco gradas de la base.
El jardín se cierra con una verja de hierro con machones de cantería sobre una pieza alargada también de piedra, apoyado dicho cerramiento en la calle de las Infantas sobre un muro de contención que se remata en la esquina de la plaza de San Antonio por magnifico pedestal con jarrón y voluta, todo ello de piedra de Colmenar. En la calle de la Gobernación hay dos sencillos pabellones de portería.
El trazado original, en su sencillez, es de gran eficacia o compositiva, pues los paseos en cruz se convierten en verdaderos salones con dos o cuatro filas de arboles, para concluir en la gran plaza central, que se distribuye concéntricamente de forma hábil para no crear un vasto espacio desproporcionado alrededor de la pequeña escultura de Isabel II. De esta manera, los cuadros, que serían en este tipo de desarrollo los elementos más interesantes, se convierten en comparsa compositiva y mera ocupación del terreno hasta el perímetro, pues el acento se sitúa en estos amplios salones en cruz. Sin duda, se echaría de menos una mayor articulación con la plaza de San Antonio y la fuente de la Mariblanca, colocada enfrente de la puerta de la Casa de Oficios, pues es el eje formado entre ambos elementos obliga a abrir una puerta en la verja del Jardín de Isabel II, sin correspondencia con su trazado, eliminada en la última restauración; la necesidad de adaptar la ortogonalidad de la composición a la malla de la ciudad y la sencilla búsqueda del punto mitad en la calle de la Gobernación, lado menor de los desiguales y paralelos del trapecio, impone la simetría en el alzado principal a la plaza de San Antonio, recuperada con gran habilidad compositiva gracias a la puerta anteriormente citada, situada simétricamente respecto al acceso principal al jardín y axialmente, como ya se ha dicho, con la fuente de la Mariblanca y la puerta de la Casa de Oficios –esta peculiaridad del trazado se observa, principalmente, en el magnífico plano cercano a 1865 de la Junta General de Estadística-.