TEXTO tomado del libro:
El Sitio Real. Conjunto principal.- Jardines del Rey y de la Reina
pag. 213-219
Jardines del Rey y de la Reina
Los Jardines del Rey y la Reina forman parte integrante de la estructura arquitectónica del palacio de Aranjuez y, por tanto, se encuentran anejos a el: ambos jardines ocupan los dos ángulos de la forma de T que dibuja la planta del palacio y, entonces, organizan un rectángulo con dicho elemento áulico. El jardín del Rey se localiza al sur y el de la Reina, en posición simétrica, al norte, con las lindes orientales de ambos abiertas al Jardín del Parterre.
El Jardín del Rey, también denominado de las Estatuas, es sin duda el más interesante, de forma rectangular, tiene una superficie de algo más de 1000 m2 dividida por una calle longitudinal y tres transversales en ocho cuadros de vegetación. Las calles que conforman el crucero principal tienen un ancho mayor que las otras dos interiores, mientras que las perimetrales son más anchas, aparte de incluir la plantación de los muros de cerramiento. En el cruce central se organiza una plaza cuadrada con unas gradas modernas y, sobre ellas, la fuente original de jaspe verde de planta mixtilínea –cuadrada con un semicírculo adosado a cada lado- y una pequeña taza elevada con una piña. El pavimento se ejecuta con losas de piedra de Colmenar que encintan grandes piezas de empedrado de guijo formando dibujos, en gran parte recuperado del original del siglo XVII.
Tanto hacia el sur como hacia el oeste, adosado al palacio, un ándito elevado sobre una galería abierta a la Avd. del Palacio y plaza de las Parejas cierra en L el jardín. El muro ciego de fábrica de ladrillo visto de esta galería se muestra al jardín horadado con hornacinas y nichos y rematado con fuerte cornisamento y sendas barandillas de hierro con pilastras dobles de piedra de Colmenar. Con este mismo material se encintan dichos huecos de diferente tamaño alternados –unos en forma de nichos con arco de medio punto, que alojan un pequeño banco, y otros menores, como ventanas macizas, para albergar una colección de bustos-. Bajo la terraza de palacio, lado corto de la L, las puertas se abren y dan paso a pequeños cubículos o grutas, antiguamente denominados retretes –del francés retraites, retiro-, y al extraño patinejo que separa esta galería del propio palacio, fruto de diversos cambios en el trazado.
La fachada meridional del cuerpo central del palacio se abre el Jardín del Rey en su lado mayor mediante una importante galería cubierta o logia –hoy cerrada- con nueve huecos de medio punto sin total coordinación con el trazado del jardín; sobre ellos se localizan las habitaciones reales. El muro de ladrillo visto se organiza mediante apilastrados de piedra de Colmenar, que ritman verticalmente los huecos y las líneas horizontales de la grada de la galería, la imposta del forjado del primer piso y la cornisa del segundo.
El cerramiento oriental, desaparecido en el siglo XVIII al realizar el Parterre, se han sustituido hoy por una simple barandilla con pilones de piedra de Colmenar. Los cuadros, de dibujo actual, se realizan con boj y se introduce en su interior un conjunto de árboles frutales.