Funcionamiento de la noria
Toda noria necesita la existencia de una pequeña presa o azud para retener el agua del río y encauzarla hacia el canal donde está la máquina emplazada. Dicha presa actúa para aportar un importante caudal de agua y al concentrar en el canal toda la corriente del río que debido al estrechamiento de la sección y a la pendiente del mismo, consigue una mayor velocidad que será la que proporcione la energía hidráulica necesaria para mover la rueda.
De gran importancia para el funcionamiento de la rueda elevadora es el acondicionamiento del tramo del cauce que la contiene.
Elementos de la noria
Las norias (BANEGAS ORTIZ, J; GÓMEZ EspíN, J. (1992). "Consideraciones sobre el funcionamiento de ruedas de corriente elevadoras de agua, en el tramo alto del Valle del Segura" Papeles de Geografía NQ 18, págs 87-104) están formadas por un eje, que es su centro geométrico pero no su centro de masas. EL eje descansa sobre unos cojinetes que suelen ser de un material más blando que el eje, para que el efecto de la fricción sea menor en éste.
La fricción entre el eje y el cojinete es una de las cuestiones más importantes en el funcionamiento de estos aparatos.
Debido al peso tan grande que ejerce la noria sobre él y aunque el cojinete esté engrasado, prácticamente el efecto no se nota y provoca un fuerte desgaste en él. Conviene en ese caso poner una camisa entre el eje y el cojinete.
En cada extremo del eje a veces existen unos platos metálicos de los que parten los radios (En el caso de la Azuda de la Montaña no se pueden apreciar con claridad los distintos elementos que componen la noria.).
Cada Pareja de radios situados a la misma altura están unidos por unos travesaños, del mismo material que el de la noria en forma de aspa.
En el extremo de los radios se encuentran la corona. Casi todas las norias tienen dos coronas, de las que al menos una tiene cangilones.
Sistema de álabes o paletas en el perímetro exterior de la rueda también llamado corona, colocados de tal forma que al entrar en contacto con el agua se presenten como superficie plana frente a la corriente para aprovechar al máximo el impacto al agua. Unidos al eje central por los travesaños, radios o brazos de la noria con un movimiento rotatorio más acelerado al aumentar la velocidad del agua en su paso por el canal.
Las dimensiones de la rueda se aprovechan para la elevación del agua hasta una altura equivalente al diámetro de la misma. Dicha elevación se lleva a cabo mediante los depósitos o cangilones colocados en la corona, y que la vierten en la parte superior de la rueda en un receptáculo donde es conducida por canalizaciones hasta los lugares de uso.