Más reciente es la sustitución general de forjados y cubiertas del ala oeste, en su práctica totalidad, con estructura metálica soldada en vez de roblonada. A los muros exteriores se adosó una serie de machones de hormigón, que continúan hasta la cubierta. En la planta baja, los pórticos centrales se cambiaron por un único pórtico de pilares y vigas de acero, que en la planta superior desaparecen, resolviendo ña cubierta a dos aguas con una cercha de perfiles de acero soldado.
En las últimas décadas, la introducción de vehículos acorazados obligó a modificaciones significativas, como la desaparecida entrada achaflanada en el ángulo sureste.
DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO
El edificio, de forma rectangular, tiene unas dimensiones exteriores aproximadas de 1220 x 80 metros, organizándose según un eje longitudinal en el sentido de la calle San Pascual, en torno a un patio de 98 x 56 metros. Consta de dos plantas, baja y primera, y un amplio espacio abuhardillado, accesible por trampillas en el espacio delimitado por la estructura de cubierta.
Existen dos únicas entradas, alineadas en sentido norte-sur del edificio: la principal, al norte, en la calle San Pascual, y otra en el sentido opuesto, en la calle Guardia de Corps, que comunicaba con el patio recientemente desaparecido.
En el edificio actual predomina una disposición constructiva bastante homogénea y característica de la época de su ejecución, sea la supuestamente original de mediados del siglo XVIII o la de su construcción a principios del siguiente.
Se trata de un orden que, si en aspectos tipológicos responde a la especificidad del uso militar, en cuestiones puramente constructivas encaja perfectamente en las soluciones habituales propias del casco antiguo de Aranjuez, con las constantes uniformadoras repetidas desde su origen, regularizadas a continuación por las Ordenanzas del Real Sitio redactadas por Juan de Villanueva, descritas en tratados contemporáneos como El Arte de Albañilería, atribuido al mismo arquitecto real.
Las escaleras podrían responder exclusivamente a la necesidad de dar autonomía a los distintos escuadrones que se alojaban en las alas del edificio. También existen tres escaleras exteriores, adosadas a las fachadas interiores al patio.
DESCRIPCION CONSTRUCTIVA
Muros
El edificio plantea dos o tres crujías, resueltas con muros de carga en ambas fachadas (exteriores e interiores a patio) y una o dos líneas estructurales centrales, acortando la luz y definiendo un pasillo central de muros o pórticos de madera, los primitivos, y de pilares de fundición, actuación reciente por posibles derrumbes en algunas zonas del edificio. Muchos de estos pórticos se encuentran revestidos de yeso, de ladrillo o incluso formando falsas arquerías. En las esquinas los muros de los lados del patio parecen prolongarse hasta la fachada colateral. Los pórticos interiores llegan hasta la cubierta, a dos aguas, con el fin de colaborar en su estructura.
Los muros de carga son de ladrillo macizo y grandes cantos de piedra, recibido todo ello con mortero, mezcla de cal y arena. Los huecos de fachada, repetitivos están delimitados por jambeados, verdugadas y dinteles de ladrillo. Que delimitan entre ellos cajones de mampostería de cal y canto, atados con verdugadas de varias hiladas de ladrillo. Esta fábrica está recubierta tanto interior como exteriormente por sucesivas capas de revocos y revestimientos de diversas épocas.
Los cargadores de los huecos están resueltos de distintas maneras, con triple hilada de ladrillo a sardinel en el espesor del muro, a veces adintelado y a veces en capialzado de Marsella.
Los escasos muros interiores existentes se encuentran muy modificados; posiblemente serían en su origen de entramado de madera envuelto en tomiza, con relleno de mampostería.
Seguramente a consecuencia del algún incendio en el antiguo cuartel, se construyeron unos muros cortafuegos, actuación documentada en 1914. Estos muros se apoyan en los preexistentes, manifestándose por encima de la cubierta y dividiendo el conjunto del edificio en seis partes. EN el exterior se escalonan siguiendo la pendiente de la cubierta. Son de ladrillo visto a partir del último forjado, dejando un arco para permitir la circulación bajo cubierta.