Forjados
El suelo de la planta baja carecía de forjado colocado sobre el terreno, lo que, seguramente debido al ascenso de la humedad del terreno, propició una serie de actuaciones que llevaron a superponer otros suelos en sucesivas reformas.
Los forjados son de vigas de madera, escuadradas, con entrevigado de cascote y yeso, sujetos a la madera mediante tomizas enredadas en las vigas, siendo el sistema característico de esta zona por razones de economía. Los forjados se apoyan sobre los pórticos de madera, prolongados en carreras, mediante zapatas del mismo material, reforzándose este apoyo con tornapuntas a ambos lados.
Quedan restos de techos en la parte de la planta alta del edificio, que carece de entrevigado y se resuelve con un cielo raso en su mayoría de cañizo.
Cubierta
La estructura de la cubierta está formada por pares de madera apoyados en los muros exteriores (sobre durmientes) y en los pórticos intermedios que rematan en sus propias carreras. Un puente ata transversalmente ambos pórticos.
Los pares se dividen en dos piezas independientes, disponiéndose sobre estos tableros de ripia solapada y teja árabe recibida con barro, actuando como tirante el forjado del techo de la planta alta.
La cubierta presenta buhardilla en los faldones exteriores e interiores a patio; estas buhardillas de ventilación se resuelven con madera complementada de fábrica de ladrillo en paredes y cubierta de teja sobre ripia, la manera tradicional de zona.
Carpintería y cerrajería
La carpintería exterior, realizada según modelo habitual de madera con hoja acristalada y frailero ciego hacia el interior, se encuentra muy modificada. Las hojas y la carpintería interior pertenecen a sucesivas reformas más recientes sin ningún interés especial. En cuanto a la cerrajería, hay que destacar que las rejas de planta baja pertenecen a distintas actuaciones, quedando algunas originales que siguen el modelo usado tradicionalmente en Aranjuez en la segunda mitad del siglo XVIII.
Acabados
Los acabados del edificio correspondiente casi en su totalidad a los últimos cien años, al no encontrar ningún revestimiento ni instalación que pertenezcan al estado primitivo del mismo.
Se han encontrado restos de revoco de cal y de enfoscados en las fachadas, lo que nos lleva a pensar que el estado original de la fábrica exterior no fuera de ladrillo visto, como ocurre en otros edificios singulares de Aranjuez, siendo más lógico que fueran revocadas.
LA INTERVENCIÓN
El proyecto
Cuando se nos encomienda la rehabilitación del antiguo Cuartel de Pavía, propiedad del Ayuntamiento de Aranjuez y cedido a la Comunidad de Madrid para convertirlo en edificio universitario, intentamos adecuar el edificio a las exigencias tanto funcionales como representativas del futuro uso, e insertarlo en la vida de la ciudad, teniendo en cuenta la implantación urbana y su arquitectura.
Las obras pretenden la reforma integral del edificio existente, cuyo último uso fue como cuartel del Arma de Caballería (Cuartel de Pavía), mientras que en su origen, como se ha señalado, se destinaba a cuartel de los Guardias de Corps, ligado al Palacio Real.
La reforma tiene por objeto dar al edificio, en estado de abandono y ruina, en uso universitario, como Facultad de Bellas Artes del Centro de Enseñanza Superior Felipe II de Aranjuez, Adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.
Después del levantamiento y del estudio realizado, el edificio aparecía como como un conjunto de naves diáfanas de amplia crujía, cuyo espacio dejaba abierta la posibilidad de adecuar el mismo a nuevos usos y a una nueva concepción.
En función de las necesidades de espacios y de instalaciones asociadas a los mismos, el edificio ha incrementado su superficie útil en dos sentidos:
-Buscar soluciones estructurales y alturas libres de plantas, que posibiliten poner en uso la planta bajo cubierta.
-Crear un sótano bajo el ala a la calle de Corps, destinado a albergar instalaciones y almacenes, indispensables debido a las nuevas necesidades del edificio.