Una comisión se acerca y le saluda respetuosamente. El alcalde de Aranjuez, don José Álvarez, y varios concejales le participan el acuerdo de ofrecerle un homenaje popular. Todo el vecindario asistirá a un banquete al aire libre en la glorieta de Santiago Rusiñol. El pintor asiente, pero exige la promesa de que no se hablará de política. El Ayuntamiento hace protecta de ello. También pide Rusiñol que el banquete se celebre un día que no haga frío. En esto le apoya decididamente su esposa. Por fin, el homenaje se celebrará sujeto a estas dos condiciones.
El gran Rusiñol bajo los efectos de su inyección de morfina, no demuestra gran locuacidad pero nada le hace perder su gesto de optimismo y de sana alegría. Le preguntamos si le gustan los viajes, los toros. Nos habla con encanto de Granada y del concurso de cante jondo a que asistió, el cual le permitió ganar un diploma y el título de El Niño de la Rambla.
-Lo toros –nos dice- no los entiendo. Cuando tenía menos años me gustaba ir a las corridas para alborotar. Gritaba: “¡Otro toro, otro toro” sin venir a qué. Algo parecido a aquel espectador que llevó al tendido a un hijo pequeño y que empezó a pedir, muy excitado banderillas de fuego. “Pero, ¿porqué –le preguntaba-. ¡Si es un toro bravo!” “¡Que tiene que ver! Es que mi niño no lo ha visto nunca…”
Y Rusiñol sonríe y fuma su pipa…
He aquí, amigo lector, cómo emplea el pintor-literato las veinticuatro horas del día. Charla, pinta, escribe en el lecho, pasea con su mujer, conversa con los contertulios de El rana verde, injiere con esfuerzo unos vasos de leche, que es el mínimo lazo que ata a la tierra esta enorme espiritualidad. Como ha alcanzado ya la máxima comprensión se burla de todo. Un día se encontró en este Aranjuez, que él conoció cuando sentíase joven y vigoroso, con el melancólico laberinto de negros cipreses. Se detuvo fatigado, apoyado en el brazo de su esposa, miró más allá, y alegre, burlonamente, se puso a pintarlo.
Juan M. MATA
De una plaza Sin Nombre durante siglos a la
Plaza de Don Santiago Rusiñol
Pintor, poeta, novelista y dramaturgo
Plaza de Don Santiago Rusiñol