Según se deduce de las intervenciones de los Ediles en el Salón Capitular, el propio Alcalde se mostraba conforme con facilitar a esta empresa dicho material, pero el Edil Guzmán, le recuerda que existe un acuerdo de la Corporación por el que no se permite la extracción de grava por ser material reservado para las obras municipales. Se sumaron otros, y aunque la propia Corporación quería que se hiciese cuanto antes el puente, denegó la utilización de la grava para las obras, y hubo de ser traída de fuera de la población por el contratista .
El día 21 de septiembre de 1934, se daba cuenta en el Pleno de una carta del Diputado José María Hueso, unida a una copia de otra que este político le había enviado al Ministro de Obras Públicas, en la que solicitaba que la constructora del puente acelerase más las obras, pues al parecer iban con excesiva lentitud; había podido comprobar que sólo trabajaban seis u ocho obreros, con lo que no estarían terminadas dichas obras en lo que quedaba de año; y debía tenerse en cuenta no solo por la imperiosa necesidad de la construcción del puente, sino también porque dentro de poco empezaría la campaña de la remolacha, con gran tránsito por el referido puente. La Corporación agradeció a Hueso, las gestiones y el interés que estaba prestando al asunto de las obras .
Salvadas las diferentes problemáticas técnicas para su construcción, el nuevo puente se concluyó a finales del año 1934 o comienzos de 1935 con las siguientes características: Se compone de dos arcos de 34’10 metros de luz, separados 7’75 metros, quedando 6’50 metros destinados a calzada (mas del doble del puente actual) y quedando en voladizo, por la parte exterior de los arcos, las aceras. El ancho de cada acera absolutamente libre es de 1’30 metros, y el total del puente entre centros de barandillas es de 11 metros.
El pavimento de la calzada será de loseta de asfalto y se apoyará sobre una losa continua de hormigón armado sostenida por los largueros del piso. El pavimento de las aceras será de baldosín hidráulico asentado en hormigón.
El tramo se apoya en uno de sus extremos sobre placas dispuestas para permitir su libre dilatación .
El proceso para la sustitución del viejo puente se realizó montando el nuevo de forma paralela para que por aquél continuase el tránsito de vehículos, carros, carretas y viandantes. Cuando la instalación del nuevo llegó a su conclusión, se dio paso provisionalmente por él en su lugar de montaje, mientras que se desmontaba el antiguo en pocas horas, como se hace con los grandes puentes de ferrocarriles, se trasladará el nuevo puente desde su emplazamiento de montaje hasta la misma situación que tiene el puente antiguo, sin apenas molestias para tráfico y viandante .
A pesar de esta importante modificación, efectuada en los años treinta del siglo XX, el puente siguió contando con los reyes.
Hecha la modificación del puente, subsistirán las cuatro estatuas que hoy existen como cabezas de entrada y salida, estatuas que, si no por su mérito intrínseco, por su valor decorativo hubiera sido lamentable ver desaparecer .