Conflictos bélicos destruyeron el puente en 1810, y como el paso se tenía que recuperar, se hizo un puente provisional; duró poco, pues en torno a 1829 se resintió debido a las grandes riadas . En efecto, con motivo de la impetuosa avenida del río Tajo, quedó destruido el puente que unía Aranjuez con la orilla norte, donde estaba situado el molino de Mejías, industria que era de gran importancia para Aranjuez, pues generaba el fluido eléctrico para Aranjuez .
Desde 1829 al 1834 se realizó finalmente el que sería el llamado Puente Colgado o de las Cadenas, obra que fue realizada por el ingeniero Pedro Miranda.
Estaba compuesto de un solo tramo de 37 m de longitud, de madera de la sierra alta de Cuenca y con carriles para el paso de los viandantes y hortelanos; Se compone de un solo tramo de ciento diez pies de longitud, que descansa sobre bien labrados estribos de piedra de Colmenar, suspendido por triples cadenas que cruzaban entre si los cuatro sólidos machones de piedra de Colmenar vienen a enlazar los extremos en otros pedestales también de piedra: estaba rematado con una barandilla muy bien labrada y con las estatuas de los cuatro reyes instaladas para su adorno .
Cuatro estatuas colosales y cuatro primorosos jarrones, hermanos de los del Parterre, con otras tantas farolas y una baranda de hierro muy laboreada, todo perfectamente combinado, forman el adorno de tan pintoresco Puente. En el centro de las barandas, en dos tarjetones, se puso en uno de ellos: El Rey Fernando VII dedicó este puente a su Augusta esposa Doña María Cristina de Borbón. Y en el otro Año de MDCCCXXXIV
LAS CUATRO ESTATUAS
En efecto, esas cuatro estatuas que refiere el autor ribereño López y Malta, son las que proyectó junto con otras en dos colecciones, el benedictino Padre Martín Sarmiento , y que en 1749 propuso al rey instalar en el exterior del Palacio Real de Madrid como adorno. Sarmiento ideó tres tipos de adornos: esculturas, tapices y pinturas. La escultura debía representar la historia de las monarquías españolas, Borbones, Austrias, emperadores romanos; incluso se incluirían en este proyecto personajes americanos, con las estatuas de Moctezuma y Atahualpa. Las cuatro estatuas que se instalaron en Aranjuez eran parte de una colección de catorce estatuas de base redonda , pero no se llegaron a colocar en el lugar donde fueron concebidas. El Padre Sarmiento, en una carta al rey, se queja de que la impaciencia de los arquitectos les ha llevado a retirar los andamios que estaban situados en la fachada del Palacio Real, consiguiendo con ello que no haya dado tiempo a subir las estatuas.
Los Andamios no comen pan, ni tampoco pueden peligrar, si ya no ay Piedras grandes, que subir, y que los opriman. Si el Arquitecto quiere se quiten los Andamios, para que luzca y se vea la fachada del Poniente; que tenga paciencia y que esperen los mirones; pues aunque los Andamios no se necesitan para más Arquitectura son indispensables para concluir a satisfacción los Adornos, pues no son cosa que se aya de hazer dos vezes, y a bocados.