EL SUEÑO DE UN CONCEJAL RIBEREÑO
En el año 1990, el grupo político C.D.S. en el Ayuntamiento a través de su Portavoz, Pedro-Antonio Fournier Ferrandez, presenta una moción en el Pleno celebrado con fecha 7 de mayo de 1991; propone que por el Ayuntamiento (pleno) se eleve escrito a SS. MM. los Reyes de España solicitándoles su colaboración y ayuda, para que nuestras estatuas sean devueltas al pueblo de Aranjuez, únicos herederos de las mismas, después de 135 años en nuestro municipio.
La inquietud por parte de la población por la "pérdida" de un trozo de historia de Aranjuez, ante la retirada de las estatuas de los reyes del Puente Colgado o de Barcas era evidente. Fournier había hecho desde 1979 diversas gestiones con responsables del Patrimonio Nacional y otros organismos; todas fueron infructuosas y por ello presentó la citada moción en Pleno. La misiva –aprobada por todos los grupos políticos– fue enviada a la residencia de nuestros soberanos (Palacio de la Zarzuela). La carta llegó a su destino. Pero el ex-Concejal Fournier, desconoce si se recibió alguna contestación a la petición hecha a la Casa Real, al menos mientras él estuvo ligado a la Corporación.
Hoy las estatuas están en el lugar para el que fueron proyectadas, para adornar el Palacio Real de Madrid, Atahualpa y Moctezuma en el patio de la armería, y Sancho el Mayor de Navarra, y García Fernández en la calle de Bailén de Madrid.
Moralmente esas estatuas pertenecen al pueblo de Aranjuez, ya que se les dio “hospedaje” durante siglo y medio. Justo sería que estuvieran aquí, o al menos en su defecto, réplicas que compensen esa pérdida.