LAS ESTATUAS VUELVEN A SU ORIGEN Y
EL PUENTE DE NUEVO SE MODIFICA
Treinta y cinco años después, el Puente Colgado o de Barcas sufre una transformación total. En 1969 el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo decide de nuevo ensanchar el puente, y ello lleva implícito quitar los arcos de hierro para de esta forma dar más amplitud a una carretera nacional IV, para esos días con enorme volumen de tráfico rodado, llevando consigo el citado ensanche la retirada definitiva de las estatuas.
Al mismo tiempo, Patrimonio Nacional que ya intentaba recobrar el patrimonio escultórico diseminado por la geografía española, pone en marcha un proceso para recuperarlo, siendo Aranjuez otro objetivo en dicho proceso de traslación.
Al empezar a desmontarse las esculturas, lamentablemente se rompe la cabeza de una de ellas, la de Moctezuma, Emperador de México, que junto a las otras tres, son llevadas a “La Cerca", lugar donde en otros tiempos estuvo la serrería del Patrimonio, y en la actualidad se ubica la piragüera; y de ahí, en breve, aprovechando la coyuntura de todo este proceso, al Palacio Real de Madrid. Patrimonio Nacional procede a su restauración, ya que están bastante deterioradas debido al paso del tiempo y la contaminación de los vehículos.
A finales de la década de los años ochenta, y principio de los noventa del siglo pasado se realiza la reforma de la barandilla del Puente de Barcas, cambiando los barrotes de la barandilla de verticales, en tipo escalera; motivo este que provocó cierta alarma por el peligro que entrañaba para los pequeños, llegándose a tratar incluso en sesión plenaria del Municipio ribereño.