TEXTO tomado del libro:
pags. 415-419
Casa del Gobernador.- Actual Centro de estudios Superiores Felipe II
Dos son las singularidades que presenta esta edificación de Aranjuez, pues por un lado fue, como manifestó el cronista Álvarez de Quindós, la última que promovió la Corona en el Real Sitio durante el Antiguo Régimen, y por otro una de las escasísimas obas realizadas en esta población por el gran arquitecto Juan de Villanueva, dato éste que aportaba el dicho autor.
A diferencia de otros Reales Sitios, aquí Villanueva se incorporó tardíamente a la planificación urbana, a partir de la Real Orden del 11 de septiembre de 1793 en el que se le encomendada atender a Aranjuez, pero aún sin nombramiento oficial, como arquitecto de las Reales Obras, simplemente para suplir la ausencia del cargo tras el fallecimiento de Manuel Serrano en 1787 y, principalmente, tras la genérica concesión del título de Arquitecto Maestro Mayor Tasador del Rey el 26 de abril de 1789, diferenciado de Sabatini que se mantenía como arquitecto director de las obras del Palacio Nuevo de Madrid, tal y como expuso el profesor Pedro Moleón.
Este nombramiento debió encontrar dificultades para su aplicación, pues ni en la Real Orden de 1789, y tampoco en la de 1793, se expresaban los medios de Villanueva para controlar las casas, lo que suscito la queja de éste a Godoy el 10 de mayo de 1794, pidiendo las mismas atribuciones de sus antecesores Serrano y Marquet, con la consideración real del arquitecto mayor de todos los Sitios y con todas sus dificultades. Algún efecto debió surtir, porque el 18 de junio siguiente redactaba Villanueva: “La instrucción y Ordenanzas que deven regir en la construcción de las Casas de Nueva planta que se eleven y fabriquen” en Aranjuez.
Este nombramiento debió encontrar dificultades para su aplicación, pues ni en la Real Orden de 1789, y tampoco en la de 1793, se expresaban los medios de Villanueva para controlar las casas, lo que suscito la queja de éste a Godoy el 10 de mayo de 1794, pidiendo las mismas atribuciones de sus antecesores Serrano y Marquet, con la consideración real del arquitecto mayor de todos los Sitios y con todas sus dificultades. Algún efecto debió surtir, porque el 18 de junio siguiente redactaba Villanueva: “La instrucción y Ordenanzas que deven regir en la construcción de las Casas de Nueva planta que se eleven y fabriquen” en Aranjuez.
En cualquier caso, y a diferencia de otros Sitios Reales, Villanueva encuentra, al asumir aquí su responsabilidad, una población prácticamente consolidada, porque sus intervenciones se limitarían mayoritariamente a los edificios existentes, reparándolos, reformándolos o aumentándolos. La única excepción se produjo en la zona central, tras la ocupación de la Plaza de Abastos, creándose manzanas entre dos nuevas calles, la meridional, que conservo la del Gobernador, alineándose en el resto de orientaciones con las existentes.