Contratada la formación del proyecto y trazado del camino con los hermanos Green, se llevarón á cabo bajo la dirección y según las indicaciones del sócio fundador D. Pedro Miranda. Con veinticinco hombres y otros tantos picos y azadones se comenzaron los trabajos de esplanación en 4 de Mayo de 1846, personal que llegó en poco tiempo á ocho mil provistos de las necesarias herramientas, llegando con tal actividad á estar casi terminado el grueso de las obras de tierra y empezadas la mayor parte de las de fabrica al finalizar el indicado año.
Este ferro-carril, victima de mil contrariedades, entre las que se cuenta la de la negativa de aprobación en el Senado de una ley que discutida y votada en el Congreso le concedió alguna protección, sufrió también primero la lentitud y después la paralización de las obras en la primavera de 1848 con motivo de la espantosa crisis monetaria que afligió á la Europa en ocasión tan critica por que cruzaba nuestro pais y las circunstancias especiales del hombre á quien se debia esta jigantesca obra.
Ausente de España el Sr. Salamanca, fueron infructuosas todas las tentativas que se hicieron durante este periodo para sacar á la empresa de la postración en que se hallaba; el dar nueva vida á este colosal proyecto estaba reservado al notable banquero que con incansable afan se habia propuesto realizarle; así, que á su regreso á fines de 1849 se reorganizó inmediatamente la empresa, se repararon los desperfectos y continuaron las obras con actividad, hasta terminarse para verificar la inauguración oficial el 16 de Marzo de 1850.
Tenemos entendido que la idea del primitivo trazado fue que la Estación se estableciera al otro lado del puente Colgado donde se empezaron los trabajos; pero teniendo en cuenta el notable destrozo que el movimiento de tierra habia de causar en los paseos y arbolados, y el propósito de que no concluyese en Aranjuez este ferro-carril, dispuso la empresa muy oportunamente su establecimiento en el bello punto que la presentamos.
Debe constar que de las cuatrocientas setenta y siete fanegas de tierra de que era propietaria en un principio la empresa, representando una zona de ciento nueve pies de ancho, suficiente terreno para dos vías, sesenta de ellas la fueron concedidas gratuitamente en Aranjuez por S. M. la Reina. El material con que se puso en esplotación consistía en ocho locomotoras, belgas é inglesas, cuarenta y seis carruajes para personas y los correspondientes furgones de equipage.