Poner á Madrid á 7 horas de Valencia, á 10 de Barcelona y de Cádiz, á 9 de Bayona y Santander, es acercar á nuestras puertas á toda la península, es facilitar el gobierno, es ahorrar la mayor parte del ejercito, multiplicado por presente en todas partes, es dar al comercio toda la acción que requiere, y á la industria todos los medios, es en fin, hacer circular y penetrar por todas partes la vida, la actividad, la riqueza y la civilización, formando de todos los pueblos un pueblo.
Para las relaciones internacionales, para el bienestar de todos los pueblos, darán los caminos de hierro resultados todavía mas grandes y portentosos que los que producen concretados á cada pueblo; y á los caminos de hierro deberemos lo que hasta aquí no han podido conseguir ni los mas profundos filósofos, ni los diplomáticos mas hábiles. Cuando baste, una semana recorrer toda Europa, entonces se conocerán mejor los franceses y los ingleses, los españoles y los Lusitanos entonces si que, unidos por otros vínculos que los tratados de una falaz diplomacia, se establecerá entre ellos una estrecha é indisoluble mancomunidad de relaciones, de interese, de alianzas, de ideas, y de simpatías; entonces en fin, será tan difícil hacer la guerra como es hoy mantenerse la paz; y los pueblos, tendiéndose las manos, serán felices, merced á los caminos de hierro.
Pero contraigámonos al de Madrid á Aranjuez.
FERRO-CARRIL DE MADRID Á ARANJUEZ.
Ideado por el Marques viudo de Pontejos en 1829, don Antonio Arriete formó en 1830 el proyecto. Variado por don Pedro Lara, y transferida en don José de Salamanca la concesión que obtuviera, consiguió este capitalista constituir en 24 de diciembre de 1846 una compañía anónima, de 45 millones de reales de capital, comenzando á poco las obras.
TRAZADO DE LA LÍNEA.
Principia tan cerca de Madrid, más acá de Atocha, que facilitando el necesario ensanche de la población por aquella parte, vendrá, según el pensamiento aprobado á quedar dentro de la misma, para lo cual es de todo punto preciso que inmediatamente realice el ayuntamiento lo que siquiera exige la decencia, cubrir la cloaca, porque tanto y tan en vano ha gestionado la empresa. Describiendo hacia la derecha una curva de gran radio, cruza el arroyo Abroñigal por un acueducto de tres arcos y atraviesa el canal de Manzanares cerca de la tercera esclusa, y á corta distancia el río del mismo nombre por un puente de cuatro arcos, siguiendo á pasar á nivel la carretera de Andalucía, en dirección Getafe, cuyo pueblo, y el de Villaverde que le precede, se ven cerca á la derecha. Toca el extremo occidental de Pinto, y otra vez salva, y del mismo modo, la carretera a media legua, acercándose á Valdemoro por muy cerca de Cien-pozuelos, yendo después por su vega al pié de la cuesta de la Reina, donde de nuevo cruza la carretera, prolongándose por la derecha del Jarama en curva de radio extenso, y pasándole á tres cuartos de legua. Continuando á Aran juez pasa el Tajo frente al fin del jardín de la Isla, y llega, inclinándose á la izquierda, á la estación, frente á la fachada principal del Palacio. No debió pasarle según el primitivo proyecto; pero la empresa ha querido facilitar así su prolongación.
La longitud de la vía es de 8 leguas, y 15.133 pies, de 0.95 su pendiente mayor; y a excepción del radio de curvatura cerca de la estación de Aranjuez, de 1.047 pies, el mínimo es en general de 3.000.
Ninguna otra dirección llenaba mejor las condiciones generales de buena construcción, y la especial de aproximarse a los pueblos citados, en cuyo beneficio, justo es consignarlo, ha hecho la empresa todo género de sacrificios.
No ha necesitado el ferro-carril y sus servidumbres las 477 fanegas de tierra de que dispone y representan una zona de 109 pies de ancho sobrados para dos vías cuando las haga necesarias el movimiento; pero á solicitud de algunos propietarios, no ha reparado la compañía todo su terreno. Dóciles los pueblos á la voz de la razón, y estimando debidamente la buena disposición de la empresa, no han sido, á la verdad, muy exigentes, ni los 1200 propietarios y otros tantos arrendatarios en la línea del camino.