En el patio-plaza de la calle del Capitán las fachadas se han aplacado con piedra de Salamanca a modo de piel, que permite entender ese espacio como público y atrio del propio edificio, en su nuevo acceso bajo el auditorio y que constituye la nueva imagen de la intervención. (fig. 32).
La nueva intervención estructural
Comprende aquellas operaciones que se proponen como implantación de nuevos elementos estructurales y, fundamentalmente, la sustitución de a crujía que separaba los dos patios, por el cuerpo central del auditorio.
El sistema estructural que soporta la nueva intervención, pantallas y pilares de hormigón, se dispone laminarmente según un sistema de ejes longitudinales cuyo orden emana de la geometría del nuevo cuerpo central y de cuya razón se dará cuenta más adelante.
Los nuevos elementos estructurales pilares, pantallas de hormigón y vigas metálicas compuestas sustituyen a elementos infraestructurales obsoletos: pilares de fundición, muros de través y carreras de madera. De este modo y por la materialidad del hormigón y de las vigas metálicas, nos distanciamos de las operaciones estrictamente restauratorias aun reconociendo el orden estructural implícito del edificio original (fig. 33)
El cuerpo central, generador del orden de toda la nueva intervención, se configura desde la disposición laminar dominante, antes referida, equilibrada mediante un orden secundario ortogonal. Toda la estructura portante se materializa con hormigón y se reviste exteriormente con piedra y acero e interiormente con madera (fig. 34).
Un sistema de pantallas y pórticos paralelos, que reproduce la crujía desaparecida, nos permite elevar el auditorio sobre el vestíbulo general que relaciona los dos patios (fig. 35). El vuelo de estos pórticos, con la ayuda de tres grandes pilares, propicia un doble ensanchamiento de la crujía virtual para configurar el escenario y el patio de butacas (fig. 36).
Con objeto de que el patio de butacas sea completamente diáfano, la estructura del anfiteatro se suspende mediante ménsulas ancladas y equilibradas con otras simétricas respecto de unas grandes vigas balcón, que delimitan el espacio virtual del anfiteatro (fig. 37). Estas vigas llevan su peso a los dos grandes pilares que trasdosan el patio de butacas y a dos pórticos que cierran transversalmente el espacio del auditorio (figs. 38 y 39).
Podemos concluir, pues, que así como el suelo del patio de butacas está soportado por los pórticos que delimitan el vestíbulo, el correspondiente al anfiteatro está colgado de una superestructura independiente de la primera (figs. 40 y 41).
Contraponiéndose al eje dominante del cuerpo central del auditorio, se sitúan dos núcleos en ambos extremos, presididos por dos proas de hormigón que alojan los ascensores y definen el eje virtual secundario. Con la ayuda de dos pantallas de hormigón extremas, estas proas sirven a la configuración de los núcleos de escalera, añosos, camerinos y vestíbulos del propio auditorio (figs. 42 y 43).
La cubrición de este cuerpo central se ha solucionado mediante armaduras metálicas sobre la estructura de hormigón, que reproduce las pendientes originales como si de la armadura de madera sobre las antiguas crujías se tratase
Forma y composición
La obra de Marquet en España no es muy extensa ni muy coherente entre sí, por lo que el análisis comparativo y estilístico de lo que supone el presente edificio en el conjunto de su obra y en relación con una hipotética evolución de su estilo, no es fácil.
Sin embargo, existen evidentes relaciones entre nuestro edificio y el de la Casa de Correos en la Puerta del Sol, que pueden enriquecer el presente análisis.