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En el año de 1762 se formáron praderas artificiales para las vacas de leche que viniéron de Italia, y se extendiéron por el Vadillo de los Pastores, la Cenizosa en las asperillas, y tierras de Villafranca, donde llamaban el campamento, dándose la direccion á Don Josef Palaci, y por su pronta muerte á Don Cárlos Bechio, y Don Estéban Palaci, clérigo, todos de nacion Lombardos, que á este fin viniéron de Italia, y las adornáron con calles anchas de quatro filas de álamos negros, fresnos, chopos, robles, nogueras y tilos.
Pareciendo que sobraba mucha yerba de la manutención de las vacas, y que habia suficiente con las praderas inmediatas á la casa, se destinó todo lo mas distante en las asperillas, y hasta la raya del término de la villa de Colmenar , para siembra de granos, y plantíos de viñas y olivares. Estableciendose una labor de quinientas treinta y cuatro fanegas de tierra por órden de 24 de Diciembre de 1766, baxo la direccion del Don Josef Palaci, por labrador labrador italiano vino el año de 1768 Josef Ripamonti, natural de Spino, Obispado de Lode. Diosele el nombre de Real Cortijo, cercándolo parte con tapia, y parte con verjas. Para su riego se sacó una acequia el año de 1764 desde el embocador que llaman de Fornells, ademas del caz principal. Se siguió el de Colmenar, desde las casas de Mal-abrigo, en que concluia, hasta atravesar esta labor por la parte mas alta, y desaguar en el de la azuda. El año de 1786 se plantáron cuarenta mil cepas mas, y ascendia la plantación de todo á ciento veinte y ocho mil vides, y veinte y cinco mil olivas, repartidas en quarteles ó viñas, cada una de su clase; cuyo nombre se puso en unos pilaritos de piedra, y son de Pedro Ximenez, beri-giego tabien de Xerez, moscatel menudo de dicha ciudad, tinto negral, tinto comun, tinto y blanco de Valdepeñas, arijes, malbares y jaenes; y para comer en fruta la uva de San Diego, la de teta de vaca, la romana, la del pais y otras. Con aquellas se hacen muchos géneros de vinos: el comun tinto, el caño-cazo, el Pedro Ximenez, y el griego, de uva que hizo S. M. traer de Napoles propia para ello, Se fabricó una casa grande el año de 1770 con un quarto para los Reyes, habitación para el Director y otros dependientes, cuadras, pajares, talleres, y almacenes, con un oratorio para beneficio de la gente empleada, que se bendixo el año de 1771. Separado se construyó el año de 1782 un lagar en alto, solado de piedra, con dos máquinas de prensa y husillos, y palancas para comprimir el orujo, que son de una fuerza inmensa: el mosto corre por encañados á las cubas en que ha de cocer, que se colocáron en una magnífica bodega muy ancha, y alta, con arcos sobre pilares, y encima de las cubas, en un andito, hay toneles grandes para los vinos generosos: así estos como las cubas son de cerezo de las montañas de Burgos, con haros de hierro: de la bodega de baxa á la cueva, que son dos ramales de bóveda de ladrillo, el uno para los vinos, con nichas en que estan las tenajas, y el otro para almacen de aceyte: á un lado del lagar, en baxo, está la prensa y molino para la aceytuna, que se muele por una piedra en figura de cono, y el pilon tiene un rebaxo en todo su círculo para que no se marchaque el hueso, y dé mal gusto al aceyte: mucho se extrae á costal, que llaman con mucho agua caliente y sin prensa. Para beneficiar las tierras de este cortijo se establecio un aro de ovejas, y quesería, y las demas partes que constituian una completa quintería, formandose una posesion grandiosa y de gusto, digna del gran Monarca que la estableció. Don Cristobal Canoza, Don Juan de Boygas y Don Manuel Serrano tomarón un pedazo de cuatrocientas y dos fanegas de tierra de baldío en término de la villa de Colmenar, quando el Rey mandó llamar nuevos colonos que pusiesen en cultura aquella vega, libres de toda renta ó canon por diez años. Aquí hiciéron una nueva labor, y plantaron muchas viñas y olivas, con una casa labradora en su centro. Cumplidos los diez años propusieron á S. M. no poder continuar en su cultura por no corresponder los productos á los gastos que habian hecho, ofreciendo ceder este cortijo al Rey si gustaba tomársele. Como estaba lindando con la tierra propia de S. M., y con el cortijo grande, tuvo á bien mandar, en órden de 31 de Mayo de 1777, que se incorporase á él este pedazo de tierra, pagando por tasacion las labores, enseres y la casa. Luego se le dio mejor forma, y mayor aumento á los productos y gastos con el cortijo del Rey. El oratorio que en la casa de este se habia hecho, era ya estrecho para el mucho concurso de gañanes, empleados, peones, y otras gentes que acudian á oir misa en él: con este motivo se mandó fabricar una ermita en medio de la casa y la bodega, con advocación de San Isidro Labrador, Patron de Madrid, de sólida fabrica, y una nave, con su cúpula, y frontispicio de órden dorico, donde todos los años se celebra la conmemoración del Santo el dia 15 de Mayo, asistiendo el Cura y Capellanes de Alpaxés. De este gran cortijo hay dos mapas iluminados en los Oficios.
Aunque no se reparó en los gastos inmensos de plantificacion de este cortijo, luego que estuvo criado se observó que léjos de producir los intereses que debia tan vasta posesion, se perdio cada año en sostenerla mas de doscientos mil reales, como hizo ver la Contaduría, por los defectos de toda administración de cuenta del Rey. Enterado S. M. mandó el año de 1794 que se arrendase, para que se verificasen los fines propuestos quando se pensó en su establecimiento. Antes de tener efecto el arrendamiento se contrató entre S. M. y el excelentísimo Señor Príncipe de la Paz, Duque de la Alcudia, su primer Secretario de Estado y del Despacho ceder el Rey de los Reales cortijos de San Isidro y de Canosa en este Sitio á S. E. por la huerta de la Moncloa, en el camino desde Madrid al Pardo, que le pertenecia, con todos sus frutos pendientes, efectos y utensilios de la labor; cuya Real determinación se comunicó á este Gobierno en órden de 19 de Febrero de 1795. En su virtud, y para la validación y firmeza de este cambio, precedido el inventario y entrega formal, se otorgó escritura por el Gobernador de Aranjuez Don Josef de Roxas, en nombre de S. M., y un apoderado del Señor Príncipe de la Paz, en 22 del mismo mes y año, ante Juan Martin y Andres Arteaga, Escribanos de este Gobierno.