remate para la conclusión del patio “de cuadrado” o de “Caballeros, pero no debe ser de Bonavía la idea de subdividirlo en cuatro patios mediante cuerpos de edificio en cruz, lo cual es, evidente, un añadido posterior, como puede comprobarse examinado los tres arcos centrales de cada panda. Pegados a estos arcos existieron hasta el siglo XX unas construcciones adosadas que no eran sino los muñones de ese esquema. Semejante idea ha de adjudicarse a Marquet según una nota de 1772 acerca de obras proyectadas por acabar que incluye “la del crucero del cuarto de Caballeros, para cuando Su Excelencia quiera resolver”. Sería, por tanto, tras la terminación del gran patio cuando Marquet o Serrano pensaron subdividirlo. Esta idea prevaleció hasta finales del siglo XVIII o principios del XIX como atestiguan dos proyectos del archivo de Palacio correspondiente a aquellos años.
En el siglo XIX hay que destacar el ajardinamiento del patio de Caballeros con acacias a lo largo de caminos sinuosos confluyentes en la fuente central según nos muestra el plano de Varela.
La estructura de la vieja Casa de Oficios fue radicalmente alterada en 1949-1959 por Diego Méndez, Gaspar Robles Echenique y Ramón Andrada, suprimiendo los patios pequeños en beneficio del grande y elevando una planta en altura para igualar con el cuarto de Caballeros. Puede decirse, por tanto, que se trata de un bloque nuevo de viviendas dentro de la antigua envoltura de los arcos herrerianos; se perdió así la relación original de volúmenes entre el Palacio y la Casa de Oficios. Recientemente gran parte de las crujías norte, este y oeste del patio de Caballeros han sido rehabilitadas para su destino como Delegación de Hacienda y oficinas de los servicios técnicos del Ayuntamiento por Manuel Río y Juan Hernández, y la sur para albergar los juzgados, según proyecto de Ramón Andrada González-Parrado.
La Casa de Oficios y de Caballeros está comprendida dentro de las dependencias del Palacio Real de Aranjuez en la declaración de éste como Monumento Histórico-Artístico por decreto de 3 de junio de 1931.