En el último plano conocido de Bonavía, comprendiendo un sector de Aranjuez y fechado el 16 de noviembre de 1758, se expresaba que el frente oriental del Cuarto de Caballeros todavía se estaba fabricando, incluso la galería que lo unía con la Capilla, desde la mitad de los Oficios.
En septiembre de 1759 falleció Santiago Bonavía, coincidiendo con la elevación al trono de Carlos III, quien años después, el 15 de febrero de 1762, promulgaba una Real Orden por la que mandaba aumentar el Cuarto de Caballeros, “perfeccionando las quatro líneas de fábrica que forman su gran quarto con segundo alto”.
La dirección de las obras se encomendó al nuevo arquitecto principal del Sitio de Aranjuez Jaime Marquet y el 4 de junio se contrataba al asentista Vicente Chornet su ejecución, además del foso del Jardín de Palacio, “mirando a las galerías del Patio de Oficios”, que debía reemplazar a sus tapias con el de favorecer, como expresa Verdú. “las visuales de la Plaza de San Antonio”. El 27 siguiente se adjudicaban las portadas de las carpinterías y el 28 el mismo Chornet se obligaba a derribar un mirador que existía junto a la Capilla del Real sitio y que estaba al replanteo de la Casa de Caballeros. No se conocen más noticias de este singular elemento desaparecido, que debía adornar la Plaza nueva, excepto que era de piedra, por lo que sus balaustres, pasamanos y demás materiales resultantes de la demolición quedaron a beneficio de la Real hacienda.
El 3 de septiembre de 1763, Marquet reclamaba madera para dicho aumento, que debía traer Vicente Fornells desde los montes de Cuenca y en julio de 1764 hay constancia de una de sus visitas, comprobando que las obras no habían adelantado mucho por falta de peones, por lo que todavía en octubre de 1765 se trabajaba en el ángulo Noreste del Cuarto de Caballeros. Dos años después se realizaba e3l remate para la conclusión del patio y el 27 de junio de 1768 se firmaba un nuevo contrato con Vicente Chornet, quien ahora se hacía titular maestro de arquitectura, para derribar una cocina que ocupaba parte del solar de la dicha casa. Todavía era Marquet el director de estas obras, a pesar de la casa vez mayor presencia del aparejador Manuel Serrano al frente de las obras del Real sitio, que culminarían con su nombramiento como arquitecto principal de Aranjuez el 1 de enero de 1774.
La Casa de Oficios y Caballeros se dio aparentemente por terminada en 1770, cuando Chornet midió el finiquito de las obras, quedando pendientes “los pedestales que están encima de las galerías de la Fachada de Levante y en la fachada de poniente” otros dos, así como el losado, cuyo abono fue reclamado al ministro Grimaldi el 11 de diciembre de 1776.
En cualquier caso, debía tratarse exclusivamente de lo contratado en una primera fase a Chornet, porque una Real Orden del 11 de noviembre de 1772 resolvía la prosecución del levante del cuarto principal en la Casa de Caballeros y en el ángulo de la galería de San Antonio, “para igualar las alturas y que hagan simetría con las de los