Este proyecto debió retomarse hacia 1785, como lo prueban los planos del archivo de Palacio firmados por D. Manuel Merlo, pero con mayores ambiciones, pues se proponía también levantar las fachadas interiores de los patios de la Casa de Oficios y “aumentar habitaciones haciendo algunas de las buhardillas viejas”. Se trata de una intervención similar a la que se produjo en San Lorenzo, con la misma fecha y firma, debido a la necesidad de aumentar los alojamientos durante las Jornadas. En Aranjuez, aparte de la triple crujía que convertía el patio de Caballeros en cuatro rectangulares grandes más ocho pequeños, se actuaba en el de Oficios, del que resultaban dos y se igualaba, en el frente del poniente o de Parejas, la línea de cornisa de esta Casa con la de aquélla, mientras se respetaba el de levante.
No obstante, no se llevó a cabo, ni aquí ni en El Escorial, reduciéndose las intervenciones a continuar lo ejecutado, como la composición de los tres alojamientos de la fachada septentrional del Cuarto de Caballeros, donde habitaban los Duques de Villahermosa e Hijar y el Marqués de Montealegre, hecha por Real Orden de 19 de julio de 1776, o las efectuadas dos años después, en él para el padre confesor, arreglando solados y goteras, no sin extrañeza de que esto ocurriera en una “casa nueva”, y también en la Cocina del Rey y de su Ramillete, cocinas del Mayordomo Mayor, confitería del Rey y alojamiento de D. Joseph Bielgo, dentro de los Oficios. En 1783 el arquitecto del Sitio Manuel Serrano tasaba las obras de reparación necesarias en el Palacio y Casa de Oficios en 210.000 reales, de las cuales, o de otras nuevas, se haría eco el conserje D. Isidro Antonio Bonavía el 14 de noviembre del año siguiente.
Gracias a las plantas de la Biblioteca de Palacio, datables no mucho después y en el mismo reinado de Carlos III, se conocen los nombres de quienes habitaban estas casas de Oficios y Caballeros, empleados al servicio de S.M., organizándose en la segunda y en su piso principal las habitaciones del mayordomo mayor, los Duques de Uceda, Arias y Santa Eufemia, los Marqueses de Montealegre, Valdecarzana, Castropignano y Ariza, el Conde de Cervellón y la Condesa de Bornos, D. Rafael Vázquez, el Patriarca de Indias y el padre confesor y en la primera criados y oficiales menores, como el cura de Palacio, el médico de Cámara, los vidrieros, escuderos o el propio arquitecto del Sitio.
No hay noticias relevantes de la Casa hasta mediados del siglo XIX, cuando el rey consorte Francisco de Asís promovió la ejecución del sector de la galería de la fachada de poniente, adosado al Cuarto de Caballeros, que había quedado sin concluir, tal y como se observa e la planimetría. A pesar de que contribuía con las aportaciones de su bolsillo secreto, los sucesos políticos de dos años después volvieron a paralizar las obras, a falta de sentar los machones, cuya piedra estaba apilada y labrada, y de cerrar las bóvedas de ladrillo.