El gran avance cristiano que suponía la conquista del reino de Toledo comenzó pronto a tener la réplica musulmana. Los taifas, viendo como única salida la ayuda exterior, llamaron a los almorávides quienes al mando de Yusuf vencieron a las tropas cristianas en la batalla de Sagrajas, el 23 de octubre de 1086, de la que los vencedores no sacaron ventajas territoriales, pero sí afianzamos la ruptura del sistema de parias.
Posteriormente, Yusuf ben Taxufin atacará Toledo, sin obtener resultados, en 1090. Pero a su vuelta, la idea de dominar al-Andalus estaba forjada. Destronó a los reyes de Granada, Málaga y Sevilla, dejando, antes de regresar a Marruecos, a su primo Ben Abu Bark con la misión de ampliar el dominio almorávide.
A partir de este momento, los intentos de conquistar el reino de Toledo fueron cada vez más insistentes; y es en ellos donde situamos la toma de Oreja que, desde comienzos del siglo XII, aparece registrada en las fuentes como una plaza importante.
3.Oreja, plaza fuerte en el Tajo
En las fuentes cristianas el castillo de Aurelia no está incluido dentro de la relación de plazas que, tras la conquista del reino de Toledo, pasaron a manos cristianas. Probablemente ese paso del Tajo aún permanecería unos años mas en poder musulmán. D. Julio González encuentran en las relaciones que dan los cronistas “oscilaciones de conocimiento no poco confuso”, creyendo que lo que parece entregarse con la capital de Toledo y su Alfoz son: Talavera, Santa Olalla, Maqueda, Alamín, Olmos, Madrid, Talamanca, Uceda, Guadalajara, Alcalá, Hita, Riba de Santiuste y Mora.
Oreja aprece por primera vez citada en la relacion de tierras que lleva Zaida como dote al casarse con Alfonso VI. Jimenez de Rada (VI, XXX) señala las siguientes plazas fuertes: “Castra autem quae viro dedit sunt ista: Caracui (Caracuel), Alarcuris (Alarcos), Consocra (Consuegra), Mora (Mora), Occania (Ocaña), Aurelia (Oreja). Para nosotros esta referencia documental es de gran importancia ya que nos confirma la existencia del castillo de Oreja en 1091, manteniéndose en manos cristianas hasta 1113.
Gran avance para los almorávides supuso el triunfo de Ucles (1108), gracias al cual pasaban a dominar esta plaza y todo su territorio que llegaba hasta Belinchón, al tiempo que el paso del Tajo quedaba más libre. Como consecuencia, los ataques a la Transierra tampoco se hicieron esperar: Madrid, Talavera, Olmos, y Canales cayeron en su poder, así como otras localidades. Las posesiones de Alvar Fáñez también fueron ocupadas, siendo sitiada en 1109 la plaza de Alcalá. Libres por el momento quedaron Guadalajara y Oreja, hasta el año 1113.
Escuetas son las noticias sobre la conquista de Oreja de este año. Segín los Anales Toledanos, II “El rey moro Amázdali prisó Oreja, era MCLI”; la Crónica de Alfonso VII explicita un poco más: “venerunt in terram Toleti, et pugnando ceperunt castellum quod vocatur Aurelia; et facerunt magnam caedme christianorum, et alios captivaverunt”.
Las fuentes árabes también registran esta ocupación: Mázdali sitió Toledo y tomó al asalto una fortaleza, la de Oreja; lo supo Alvar Fánez que acudió a socorrerla, se le enfrento Mázdali y aquél huyó de noche en el año 507 (17 de junio 1113 a 6 de julio de 1114).
Con esta ocupación almorávide de nuevo la frontera del Tajo está en peligro. “La situación del reino de Toledo alcanzaba ese año una gravedad extrema. Gallegos, leoneses y castellanos andaban agitados frente al rey aragonés, muy lejos de prestar ayuda a la frontera del Tajo”.
V
LA CONQUISTA CRISTIANA
1.La frontera del Tajo: puntos defensivos
Todavía en el siglo XVIII los geógrafos reseñan en sus mapas las fortalezas situadas sobre el Tajo que fueron puntos clave en el largo proceso de reconquista y, que en época anterior, o bien se referencia de forma difusa evocando los acontecimientos pasados, o bien son fortalezas rehechas y convertidas en castillos señoriales en época moderna.
En la zona que ocupa nuestro estudio tres eran las fortalezas que durante la Edad Media desempeñaron un papel importante como baluartes defensivos de la línea del Tajo: AÑARILLA, ALBOER y AURELIA u OREJA, adquiriendo en época almorávide a partir de la batalla de Uclés en 1108.
Estas plazas guardan relación con las de Zorita y Aceca y, como ya hemos señalado, es probable que en épocas anteriores desempeñaran el mismo papel defensivo, aunque su ubicación no corresponda exactamente al emplazamiento medieval.
Como característica común a estas tres plazas está su ubicación: Situadas en la margen izquierda del río Tajo, tomando a este como foso natural, defienden los caminos hacia el Norte y la Alcarria. Por otro lado, si durante el periodo almorávide y hasta la definitiva conquista de Oreja las tierras situadas al norte del Tajo quedaron despobladas por las constantes razzias, la repoblación posterior quedará en época moderna bastante concentrada a juzgar por los despoblados que las Relaciones de Felipe II registran y que, en buena medida, nos confirman los restos arqueológicos.