Jiménez de Gregorio en su obra Los pueblos de la provincia de Toledo hasta finalizar el siglo XVIII también recoge la noticia: “El castillo de Oreja debió existir ya en época romana, dominando el Vado de Oreja, cercano a la fortaleza… Aquí parece que lucharon las tropas de Aníbal contra los olcades y sus aliados en el primer tercio del siglo III antes de Cristo”.
Díaz Ballesteros transcribe bastante literal a Polibio y también localiza la batalla y refiere los hallazgos que da noticia don José Cornide. Así dice que “al retirarse Aníbal a Cartagena a invernar, un cuerpo de cien mil hombres compuesto por carpetanos, olcades y vaceos, animosos de vengar los ultrajes recibidos por el altivo cartaginés, se aprestan a disputarle el paso del río Tajo por frente de Oresia o Aurelia”.
EL Conde de Cedillo también nos da esta noticia cuando describe el castillo de Oreja: “La misma disposición de esta cumbre parece indicar que existió allí un fuerte desde muy antiguo, y acaso ya se alzaba cuando, al internarse Aníbal en la Carpetana, trabó el ejército cartaginés en el vado de Oreja aquella gran batalla contra carpetanos, olcades y vaceos coaligados, de que nos hablan los historiadores”.
Pero es, sin duda alguna, Álvarez de Quindós el que mas ampliamente ha expuesto la batalla, dedicándole un capitulo completo de su obra, que titula “Batalla de Aníbal en las inmediaciones de Aranjuez, y antigüedades que se encuentran en él”. Relata el hecho y aduce a algunos autores la localización de la batalla “en la vega de Colmenar, por baxo de Aurelia y por toda la tierra que corre hasta el Xarama… Conservándose la memoria de esta acción en los nombres de Valdeguerra y Valdeguerrilla”. Posiblemente consultó la historia de Ocaña de don Juan Antonio Pozuelo y Espinosa al igual que lo hiciera Cornide, ya que da, con el mismo tipo de detalles los hallazgos en el Tajo y, de manera muy especial, el de la espada.
Después de esta amplia documentación, las noticias sobre época prerromana y romana se desvanecen. Son los mismos autores anteriormente citados quienes señalan la existencia de la población romana.
Álvarez de Quindos localiza algunos lugares donde aparecían monedas o restos de construcción en las inmediaciones de Aranjuez (Alpajés, el Raso de la Estrella –todo en el núcleo urbano actual- y la vega de Colmenar) y Ponz dice al hablar del término de Aranjuez “…se conoce que antiguamente todo estuvo cultivado y lleno de casas, pues apenas se hace excavación sin que se encuentren fundamentos y vestigios de obras antiguas desde los romanos. En todas estas vegas y en las de Colmenar se encuentran también medallas; y en el mismo sitio de Aranjuez, delante del Palacio hacia donde están los cuarteles de Guardias se han hallado pedazos de inscripción romana”.
Pero si estos autores se han fijado tanto en estos lugares y han rememorado tan sólo una hazaña notable, quizás como antes apuntábamos por su afán localista, los historiadores actuales encuentran en la actual Titulcia su centro de atención.
Llamada hasta 1814 “Bayona de Tajuña”, el Marques de Torrehermosa cambió el nombre “en recuerdo de la población romana así llamada, cuyo emplazamiento ocupa la actual”. Esta aseveración motivo de disputa desde principios de siglo entre historiadores y arqueólogos. Antonio Blázquez y Delgado Aguilera y Claudio Sánchez-Albornoz en su estudio sobre la red viaria romana atienden este problema sin estar de acuerdo con los anteriores. Fidel Fuidio transcribe: “Blázquez no esta de acuerdo con este emplazamiento basándose en las distancias del itinerario Antonino…, dice que hay que situar Titulcia al norte de Aranjuez, en el camino romano aún visible, que va desde la entrada al puente de la Reina a Bayona romano y que con el nombre de Senda Galiana continua hasta Arganda. No parecen suficientes estos datos para localizar a Titulcia junto a Aranjuez. Tampoco se tienen datos documentados ni epigrafitos para hacerlo en Bayona de Tajuña. Lo que sí podemos afirmar que a juzgar por la topografía, la extensión y abundancia de restos arqueológicos encontrados en Bayona de Tajuña, era una población primitiva y romana importante”.
2.La fuente arqueológica: Características de los asentamientos
Ya hemos señalado en este capitulo la obra de Fidel Fuidio como estudio de conjunto; sin embargo no es éste un trabajo completo. En la actualidad las prospecciones arqueológicas no muestra esta zona, en la que se continúa trabajando, rica en yacimientos tanto prerromanos como romanos e incluso posteriores de bastante importancia. Estos se localizan tanto en las zonas altas como en las vegas de los ríos Tajo y Jarama, indicándonos algunos de ellos su ocupación ininterrumpida desde la Edad del Bronce hasta el siglo XV-XVI.
Asta los arqueólogos actuales coinciden en la necesidad de revisar los datos que poseemos sobre los yacimientos arqueológicos desde el Paleolítico hasta época medieval, así como en el incremento de la investigación, llevando a cabo una revisión científica y analítica, principalmente de la zona centro.
Este trabajo, en vías de realización, nos permite hacer una puesta al día de lo estudiado hasta el momento, añadiendo los resultados obtenidos a lo largo de dos años de prospecciones arqueológicas, ayudándonos a reconstruir los distintos lugares ocupados por el hombre desde un momento temprano de la historia, si bien desde el principio hallamos una limitación de datos al carecer de los trabajos arqueológicos que completen de forma total ek estudio de estos asentamientos. En nuestra opinión, estos datos enriquecen y complementan la investigación histórica realizada hasta el momento, inseparable y necesario para una valoración de conjunto.
Los asentamientos localizados en nuestra zona de estudio (mapa III), se encuentran cronológicamente desde el Paleolítico Superior hasta la Baja Edad Media según atestiguan los materiales hallados en superficie.