Hübner recoge tan sólo tres inscripciones en esta zona, nosotros damos las referencias que éste da sobre las mismas en el Campus Inscriptionum Latinarum, Tomo II: Hispania, dando la numeración que es asignada en esta obra:
Bayona de Tajuña (CIL—3069).
ACILIA, ANNEZA, SIBI. ET. L.
AEMILIO. MATERNO. MARITO
ET. AEMILIAE. MATERNAE.
FILLIAE. VIVA. FECIT. I. D. D.
M.L.H.N.S
Aranjuez (CIL – 3077). a. 1776 reperta sunt calle Puenteverde.
Servantur Mariti in Museo Historiae Naturales:
FRATI AMATISSIMO
XXVII. MENSIB. VIII
MERITOMARI S
(RE)PORTAVIT LAUDEM
ICONIVGISVAE
VA MNA NUM
I S V
F M
(En la actualidad esta inscripción, realizada en caliza, es propiedad de los Padres Jesuitas y está depositada en el colegio que tienen en Aranjuez)
Descripsi: Eugenius Llagno misit academia supra scripti (inde citat Ponz. 1 ; 216).
Fuentidueña prope Ocannam (CIL – 3072). A orillas del Tajo, a un cuarto de legua de Fuentidueña, donde está ña ermita de Ntra. Sra. de Alarilla, se descubren ruinas de población romana; las pilas con inscripciones, y solamente se pudo leer una que se colocó en la puerta de una casa de esta villa:
MULTIO PORTIO
4.Las vías de comunicación
Uno de los puntos que creemos de gran interés para valorar, en conjunto, las posibilidades económicas y de desarrollo interior de los centros de población analizados, es la revisión de la red viaria de la zona en época romana y medieval. Por el momento no podemos reconstruir, ni tan siquiera de forma aproximada, el posible trazado caminero, ya que los trabajos al respecto están a falta de un estudio más profundo.
La labor de investigación realizada en los primeros años de este siglo por Antonio Blázquez y delgado Aguilera y Claudio Sánchez-Albornoz, sentó las bases de trabajo, además de darnos a conocer importantes tramos de trazado romano, conocidos a nivel de fuentes escritas pero olvidados en el propio terreno, en el valle del Duero y Castilla la Nueva. Sin embargo, este trabajo que prácticamente quedó paralizado después del encomiable resultado de estos investigadores, se está continuando actualmente.
En relación con el periodo medieval, los estudios publicados nos dan cuenta de los caminos más transitados, los principales, siendo muy necesario conocer sus ramales, aspecto que por el momento no está trabajando.
En nuestra zona de estudio el problema que se plantea es común al trazado peninsular, puesto de manifiesto por los investigadores: la decadencia de las vías de comunicación a fines del Imperio Romano es clara; la llegada de los musulmanes contribuye, en muchos casos, a ellos, encontrándose en el largo proceso de la Reconquista una impotencia económica que no puede enfrentarse con la reconstrucción. Tanto musulmanes como cristianos conocen y practican las vías romanas o caminos paralelos, pero siempre siguiendo su trazado. En este ultimo caso lo que predomina es la carencia de estructura viaria de afirmado profundo. Es por ello por lo que resulta extremadamente difícil hablar de la antigüedad de los caminos, teniendo que tener en cuenta que no todos los caminos romanos estuvieron calzados. Quizás lo más cercano a la realidad sea hablar de “caminos sin calzar”, abiertos por el paso continuo de cabalgadas desde época medieval, pudiendo alguno se ramal de una de las principales vías romanas.
Una de estas vías seguía su trazado no muy lejos del asentamiento de Oreja: la vía de Mérida a Zaragoza –número 24 del Intinerario Antonino- con un ramal de la misma, número 25, “alio itinere ab Emerita Caesaraugusta”.
De la primera nos citan como lugares, entre otros MIACUM, TITULCIA Y COMPLUTIM, Guadalajara y Zaragoza; sin embargo, ambas tan sólo están reconocidas muy parcialmente.
TITULCIA, al igual que Complutum, es lugar de cruce de las vías de Emerita a Casaraugusta y Septimania a Limitum. Pero la cuestión se plantea en relación con la ubicación real de la verdadera Titulcia, ya que este nombre se impuso, por decreto de 1814, al de Bayona de Tajuña.
Un tramo del trazado está reconocido siguiendo el camino viejo de Quero (al SE, de la provincia de Toledo) a Aranjuez que los señores Blázquez y Sanchez-Albornoz reconstruyen por La Guardia, donde sitúan el Vico Cuminario, y Ontígola, llegando hasta Aranjuez y desde aquí a Titulcia. De acuerdo con la distancia que existe entre el Vico Cuminario y Titulcia (18 millas), ésta se situaría en las inmediaciones de Aranjuez y a menos de dos kilómetros de esta villa (mapa IV).