De ramal número 25, el trazado partiendo de Toledo seguiría el “camino viejo de Toledo Aranjuez”, que discurre paralela al río, no ofreciendo ningún resto de calzado.
Según los datos expuestos, Oreja queda al margen de ambos trazados; sin embargo, los autores citados, reafirmando su teoría sobre la ubicación de Titulcia, señalan un posible camino –en su opinión imposible- que nosotros hemos reconstruido, sin que con ello podamos ubicar correctamente Titulcia. Tan sólo exponemos la existencia de ese camino entre Oreja y al menos Bayona de Tajuña que, curiosamente, ellos ofrecen de forma negativa de la siguiente forma: “Error de cambiar el nombre de Bayona de Tajuña por el de Titulcia. Si Titulcia hubiese estado aquí la vía de Toledo habría ido cerca de Añover, por la orilla izquierda del Tajo; la de Madrid por el norte de Ciempozuelos, y la de Alce por Oreja, recta a Bayona, y nada de esto ocurre”.
Hemos recorrido ese “camino recto”, a pie, de Titulcia-Bayona a Oreja, perfectamente visible en las fotos aéreas y mapas topográficos actuales y responde a lo siguiente. Siguiendo durante seis Km. la actual carretera de Titulcia a Villaconejos (mapa II). Esta marca el límite entre la zona de secano y regadío del Tajo, perdiéndose en este punto. En la margen izquierda, se mantiene atravesando la propiedad del Soto de Oreja, S.A., llegando hasta la base del castillo de Oreja.
En el corte leve que queda junto al río se observan resto de hiladas de sillarejo, que bien pudieran ser los restos del embarcadero de Oreja.
Coincidiendo con este trazado, Álvarez de Quindos nos lo amplía haciendo pasar “un camino romano” que viene de Toledo a Yepes, Ciruelos y “cerca de Ontígola pasa a Oreia con el nombre de Senda Galiana …y va a Bayona”. Cornide dice que la barca de Oreja da paso a los que van de Ocaña a Madrid por Chinchón y Bayona (mapa IV).
Con estos datos, aunque sin poder dar origen certero romano o medieval por no encontrar restos de calzada que lo atestigüen, creemos que éste es el camino que relaciona Oreja y los núcleos de población situados al sur, que necesitan pasar el río, con el norte.
Por otro lado, son escasos los datos que los grandes geógrafos nos ofrecen en sus trazados camineros que nos ayuden, de alguna manera, a constatar la antigüedad de este camino. Es evidente que la dificultad principal la ofrece el paso del río Tajo, y la barca de Oreja la tenemos documentada desde el año 1223, utilizándose en el siglo XVI como un paso más del río, desde Ocaña, según las Relaciones de Felipe II.
En el mapa II hemos trazado los “caminos de rueda” interpoblacionales que recogen los mapas topográficos de 1959, muchos de ellos perdidos en ediciones posteriores. Esto nos pone de manifiesto la dificultad de establecer, con cierta veracidad, la red viaria actual que, al menos durante los dos últimos siglos se ha venido utilizando y que pensamos sería más fácil de relacionar con los antiguos caminos.
En el mapa IV señalamos el supuesto camino romano junto con las posibilidades más modernas que nos dan autores modernos y contemporáneos, de los cuales algunos son todavía reconocibles en las ediciones de mapas de 1971, pero que curiosamente los geógrafos no recogen.
Juan de Villanueva en el mapa que titula “Repertorio de todos los caminos de España (hasta ahora nunca vistos)” de 1546, comunica Toledo con Tarancón por Yepes y Ocaña; Toledo con Alcalá por Borox, Seseña, ciempozuelos, San Agustín de Valdeiglesias y Loeches; Ciempozuelos con Chinchon y Fuentidueña, de tal forma que nuestra zona queda totalmente aislada.
Joseph Mathias Escribano hace en 1757 su “Itinerario español o guía de caminos para ir desde Madrid a todas las ciudades de España” y comunica Ocaña con Madrid, siguiendo el trazado actual de la Nacional IV, por Aranjuez y Pinto. Finalmente, Santiago López en “Nueva guía de camino de ruedas” de 1812 nos repite el mismo itinerario.
Con todo lo expuesto creemos que los asentamientos de época romana descritos en el apartado anterior, utilizarían caminos particulares para comunicarse con las vías principales, cuya identificación es labor que falta por hacer. Pero para épocas posteriores, desde la barca de Oreja, utilizarían los caminos a Titulcia y Chinchon que desde aquí comunican con Madrid, Alcalá y Guadalajara, hasta un Momento indeterminado, ligado con la desaparición de la barca de Oreja y el desarrollo de Aranjuez.
IV
LA FORTALEZA MEDIEVAL
Los estudios localistas nos situaban algunos centros de población con antecedentes romanos claros y, en cierta manera, importantes como hemos visto en el capítulo anterior. Pero las noticias a partir de este momento se pierden hasta la conquista cristina de Oreja.
Carecemos de datos seguros para poder establecer un núcleo de asentamiento visigodo en nuestra zona, salvo el hallazgo de la pileta, ya descrita anteriormente, en la Veguilla. Salvo este elemento que es de suma importancia para poner en su contexto la encomienda de Oreja, nada apodemos decir de la presencia visigoda.
La desaparición de vestigios, bien por causas naturales bien por el resultado de la conquista musulmana, nos deja sin un importante elemento que documente resultados concretos de este período. La fuente arqueológica no nos suministra muchos datos. D. Julio González relaciona el avance, sin obstáculos, de Tariq desde Córdoba a Toledo por la reducida población existente, añadiendo además las escasas ciudades que durante los siglos VIII y IX aparecen citadas en las fuentes escritas, así como su estado de decadencia en la mayor parte de las existentes.