Pero anterior a estas visitaciones recogemos dos comprobaciones de cuentas de los años 1273 y 1274, por el Mestre Pelayo Pérez Correa, las cuales se realizan de una forma global sobre todas las propiedades de la Orden, sin especificar las pertenencias de cada encomienda ni su beneficio concreto, lo que nos impide establecer una comparación con épocas posteriores, así como conocer una evolución de término, en nuestro caso, nada clara.
Según las cuentas de ambos años tomadas en San Juan, los almojarifes eran D. Bueno, D. Jacob y D. Sanuel. De la zona centro, que posteriormente pasaría a denominarse “Partidos de la Mancha y Ribera del Tajo” incluye los siguientes lugares y derechos: mitad de la puerta de Visagra, los pechos de Uclés y su término más el pecho de los moros y el portazgo montazgo y los pechos de Santa Cruz, los pechos de la ribera del Tajo, los de la ribera de Oreja con Villarrubia, Montealegre, Corral de Almaguer con su término, los pechos de Ocaña y su termino más el derecho de yantar y el pecho de los moros de “ese mismo lugar”, con Dos Barrios y con la vega de Monreal. Además de estos también se incluyen los diezmos de pan, vino y corderos. En conjunto reportaron 13.000 maravedís de la “moneda prieta” en el año 1273 y 9.500 “de los prietos” al año siguiente.
Después de estas referencias pasamos alas que nos ofrecen los Libros de Visitas, más completas y particularizadas.
En el año 1468, aunque los datos son escuetos, nos amplían bastantes las noticias que sobre la Encomienda como tal teníamos hasta el momento. En primer término alude al mal estado que ofrece la fortaleza, torre y cercas, manifestando la importancia de llevar a cabo las reparaciones necesarias ya que “seria una gran guarda para Ocaña e para toda esta tierra”, lo que nos confirma el uso defensivo de la fortaleza en esos momentos.
Pero es sin duda la relación de pertenencias el dato más interesante ya que, desde el momento de donación, carecemos de dicha referencia.
La encomienda de Oreja estaba formada por Oreja, Colmenar y Noblejas; su renta “contando pan e vino e todas otras cosas (es de) dosyentas e cuarenta mill maravedís, poco mas o menos, aunque ya muchos mas pudiera”. El número de vecinos de estas tres poblaciones es de 40, 300 y 50, respectivamente, y están obligados a servir con “siete lanzas”. En este porcentaje de población observamos claramente la importancia que Colmenar de Oreja mantiene frente a los otros dos núcleos, característica que predomina a lo largo del proceso histórica.
La siguiente visita, realizada diez años después -1478-, ofrece la visitación más completa de todas las realizadas. Gracias a la extensa descripción de la fortaleza podemos realizar su reconstrucción que, en términos generales, nos da la estructura de la fortaleza medieval. Junto a este dato, nos desglosa tanto las propiedades como los beneficios que de cada una obtiene, especificando si son arrendadas o no.
Las posesiones se distribuyen de la manera siguiente:
-Tres dehesas: Sotomayor, El Parral y Torrique, las dos ultimas arrendadas (mapa VIII); el “éxito de San Benito”, dos terrazgos en Colmenar y Noblejas que reportan los mayores ingresos (59.920 maravedís) y la “serna de Miralrío” que hace sus pagos en trigo (50 fanegas).
-Superior a estos beneficios son los de las cuatro aceñas –la de Acerate, sin identificar y arrendada- y la Aldehuela, incluida en la dehesa de Torrique (mapa I) que dan 64.000 maravedís y la de Buriel (“que es de aquel cabo del río”, sin identificar) y otra, sin denominar, ambas arrendadas que aportan 500 fanegas de trigo.
-La renta del vino y aceituna de los tres términos es de 10.000 maravedís.
-De los pechos de San Miguel de Colmenar y Noblejas, respectivamente, se obtienen cinco mil cien maravedís.
-La “alcaidia” de Colmenar, arrendada, en la que se incluye la “pena de los dados” paga 5.000 maravedís.
-Los peones de Colmenar, 2.000 maravedís.
-Los hornos de Noblejas, 150 maravedís, y los de Colmenar, 160 fanegas de trigo.
-La barca de Oreja, que pagan los vecinos de Colmenar y Noblejas, 200 fanegas de trigo.
-Oreja, por merced del rey, paga 250 fanegas.
Además de estas rentas hay que añadir los siguientes diezmos, que pagan tanto en dinero como en especie:
-Diezmos de los vecinos de Villatobas y Villarrubia, 200 fanegas.
-Los del término de Oreja con Noblejas, cuatro mil arrobas de vino.
-Diezmos de teja de Colmenar, 300 maravedís.
-Diezmos de pan, vino y ganado de la “villa de Oreja” que reportan 3.500 maravedís.
En términos globales, las rentas importan 150.570 maravedís, 1.369 fanegas de trigo y 4.000 arrobas de vino (64.532 litros).
La siguiente visita se realiza en el año 1480. Es más sucinta que las anteriores en la descripción de la fortaleza, dando las mismas rentas y beneficios.
En el año 1508 tan sólo se hace la visitación de la fortaleza, de la que se deduce el inicio de su decadencia.
Algunas reformas debieron realizarse cuando la encomienda pasa a manos de los Cárdenas, pero ya éstas deben hacerse sólo para el mantenimiento de la fortaleza. En 1528 la visita es idéntica a la de los años 1478 y 1480, manteniéndose las rentas.
Pero la suerte final de la encomienda de Oreja se decide un año después, ya que Carlos V había recibido del papa Clemente VII la Bula que le permitía desmembrar y enajenar propiedades pertenecientes a las Ordenes Militares, referido ya en el apartado anterior.