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Sobrevino de allí á poco la muerte del Rey Don Alonso VI en Toledo á 1de Julio de 1109, y los disturbios, parcialidades y bandos que se moviéron con la sucesion de su hija Doña Urraca, casada con Don Alonso Remon, Rey de Aragon. Con esta ocasión volvió á pasar á España Hali Miramamolin de Africa, que entrando por el Andalucía, hizo llamamiento de todos los Cireyes y Alcaydes y Morisma de acá, con lo qual juntó un poderoso exército que dirigi´p al Reyno de Toledo; y aunque esta ciudad se defendió valerosamente por Alvar Fañez, que la tenia á cargo, sin poder ser rendida, taláron todos los campos, arruinaron el castillo de Aceca y el monasterio de San Servando, que era de Monges Benitos. Y pasando de aquí á Aurelia la tomó, como se lee en los Anales segundos Toledanos publicados por el P. Florez, que dicen; el Rey Moro Azmaz Dali prisó Oreia, era 1151, año de 1113; añadiendo el Obispo D. Fr. Prudencio Sandoval en la Historia de la Reyna Doña Urraca: é hubo un temblor en la tierra al anochecer Martes. En la Crónica latina del Rey Don Alonso VII, que incluyó el mismo Mtro. Florez en el tomo XXI de su grande obra de la España Sagrada, pagína 361, se habla de esta entrada de los Moros, diciendo que los Reyes de Sevilla, de Córdoba y otras partes viniéron con grande exército á tierra de Toledo, y tomáron á Aurelia, haciendo muchos daños y cautivos, y se apoderáron del castillo de Zurita.
Estos que tomaron á Aurelia por muchos días devastaban la tierra de Toledo y pueblos inmediatos, é hacian muchos cautivos y prendas; de forma que era una continuada guerra estre Cristianos y Moros; y ocurrirían hechos dignos de nuestra memoria si la falta de escritos de aquellos tiempos no nos hubiesen privado de ellos, sin que sepamos mas que con esta ocasión se hizo arrancada en Polan sobre Alcaet Orelia en 21 de Agosto, era de 1154, que es año de 1116, y que es el mismo año el Alcaet Orelia corrío á Semila, que es todo lo que se halla en los Anales Toledanos que se han citado.
En los Anales primeros, tambien de Toledo, a la página 387 del tomo XXIII de lña España Sagrada se dice: “entró el Rey de Aragon con gran hueste en tierra de Moros en Aranzuel, é lidié é venció once Reyes Moros, era 1161, que es el año de 1123”. El Historiador de Aragon, Gerónimo de Zurita, en sus Anañes, tomo I, página 47, dice que estaba el Rey de Aragon Don Alonso Remon, que se dixo Emperador, en aquel año sobre la ciudad de Cordoba, y la tenia sitiada: que con este motivo se juntó gran Morisma de aquellas provincias, y varios Reyezuelos, que quisiéron llamar la atención de los Aragoneses, y que dexasen á Cordoba. Mas el Rey Don Alonso salió á ellos, y los venció, en un lugar que en las Historias antiguas de Aragon se llama Arinzol. Por esta diversidad en el nombre, y la distancia desde Cordoba á Aranjuez no debe creerse que fuese aquí este hecho, sino allí inmediato.
Por la sucesion en el Reybo de Castilla y Leon de D. Alonso VII, que se llamo Emperador, se mudó la suerte de los Moros, sin embargo de que al principio se gastó harto tiempo y fuerzas entre Castellanos y Aragoneses, hasta que en la era de 1176, que el año de 1138, por el mes de Mayo salió de Toledo con poderoso exército contra Moros, que no fue jornada muy afortunada; pero inmediatamente procuró el Emperador remediar su daño, volviendo contra ellos al año siguiente, como se dirá en otro capítulo.
Antes de pasar á él me ha parecido ser propio de este lugar, en prueba del nominio de los Moros, especialmente de los Reyes de Toledo, en Oreja y Aranjuez, dar noticia de dos monedas árabes de las que llaman talismanes, su tamaño como de peseta, y su material de plata; las cuales, con otras muchas que lleváron al Señor Infante Don Antonio, se halláron en el raso de la Estrella, sitio de la población de Aranjuez, el año de 1792. Las remití al exámen y reconocimiento de Don Miguel García Asensio, mi amigo, Abogado de los Reales Consejos, que con acierto y muchos conocimientos dirige la cátedra de la lengua Arabe erudita de los Reales Estudios de San Isidro de Madrid, y tuvo la bondad de poner su dictámen en papel que copiaré aquí, y dice así: las monedas árabes que ha encargado á mi exámen y explicación Don Juan Alvarez, son una. Sus letras son cufas, y de lectura muy difícil, por carácter las que son semejantes de puntos diacríticos ó distintivos. No obstante esta dificultad, y lo poco versado que me hallo en una materia en que los mas instruidos en el idioma árabe tropiezan ó yerran enormemente, diré lo que he alcanzado de ellas después de repetidas consideraciones. En el anverso se lee así:
Bém a-lah
La a-lah ila
a-láh guaxidh
la ssarie léh.
(En nombre de Dios
No hay Dios sino
Dios único.
No tiene compañero).
En la orla no he podido leer con claridad sino la palabra Mohammed, que puede ser uno de los nombres del Monarca en cuyo imperio se acuñáron, ó algun principio de alabanza del Pseudo Profeta Mahoma.
En el reverso se contiene toda la Surah 112 del Corán, intitulada Etteguachid, unidad, excepto sus dos primeras palabras.
Aláh axad.
Alah ssammad.
Lem idélid gua lem iúlid.
Gua lem iekon leh kefúa áxad.
(Dios uno.
Dios sempiterno.
No engendra, ni fue engendrado:
Y ninguno le fue igual).
En la orla se decubre el versículo 9 de la Surah 61, llamada el staff: Hu a-lézi ársal rasúlh be al-hadi, guadin ei xac le-iotshirah e d din kolh gualeu kareh el mossrracún. (El fue el que vió á su Profeta con la direccion y la religión de la verdad, para hacerla manifiesta sobre toda religión, aunque les pese á los asociantes: esto es, á los paganos y cristianos.
Esto es lo que se me ofrece decir en este punto, que no me es obvio, aunque poseo principios no vulgares de la lengua arábiga.=M.G.A.
De estas monedas árabes se encuentran con facilidad por aquí, y en estos días se ha hallado Don Pablo Boutelou una de cobre ó mezcla, pequeña y gruesa, con caractñeres cufos como las anteriores.