Castillo de Oreja
Según describe Don Cándido López y Malta, en su libro
(Texto y ortografía, original del autor)
Don Cándido dice así:
En los CAPITULOS V, VI, VII y VIII
PARTE PRIMERA
TIEMPOS PRIMITIVOS
Págs.27-46
CAPITULO V
Noticias de la ciudad de Aurelia ú Oreja.
pgs. 27-30
Ya en el capítulo II hemos presentado aunque brevemente el nombre de la ciudad de Aurelia ú Oreja y tocado, así mismo, el de la villa de Aceca; como ambos nombres tienen tanta importancia para nuestra Historia, Aurelia por haber sido capital y señora de toda esta tierra, y Aceca, población que fue en lo antiguo, casi limítrofe y agregado hoy su terreno á Aranjuez, creemos conveniente en capítulo separado dar á conocer con los pormenores hallados el origen de cada una de ellas, limitándonos en este á la primera.
En los geógrafos é historiadores romanos no se halla noticia de Aurelia, ni nuestros anticuarios han estendido aquí sus investigaciones; así que la primer noticia que tenemos es la que dan los Anales toledanos poco antes de ser reconquistada la ciudad imperial.
Que fue ciudad populosa y apreciable por su situación lo manifestará más adelante el aparato que D. Alfonso VII desplegó para su conquista, cuyo asedio duró siete meses, asistiendo él mismo en persona á su rendicion.
No falta quien crea que el nombre de Aurelia tiene su origen romano por ser fundacion del emperador Marco Aurelio, como otras ciudades que hubo en Andalucía con el mismo sobrenombre; mas esto se cree no tenga otro apoyo que la idea de dar importancia á los pueblos probando su antigüedad.
Solo en los documentos escritos en latín bárbaro se la nombra Aurelia, y como de ella no se hace mencion en la Historia romana, prueba terminantemente no ser fundacion de sus emperadores, sin que por esto deje de tener tal vez mas remota antigüedad; sin embargo, atendida su importancia bien pudieron los romanos cambiarla el nombre como modernamente han aplicado el de Titulcia á Bayona, si bien ha sido por idea opuesta.
El encontrarse esta ciudad á la orilla de un empinado cerro é inmediato al río, pudo muy bien ser el motivo de llamarla Oriella, según se la nombra en los Anales de Toledo y otros escritos antiguos con algunas variaciones tales como Oriella, Orella, Oreia, Oresia y Oreja que es el que conserva en la actualidad.
Está situada en la antigua provincia carpetana lindando los términos que se la concedieron con los complutenses por Perales, Tielmes y Caravaña de que era raya el río Tajuña dentro de la misma Carpetania; y con los oretanos de la Celtiberia por el campo de Calatrava á la parte del Guadiana, por entre Ocaña y Villarrubia á Malagon, perteneciente á Oreto, donde esta Sta. María Zuqueca, riberas del río Jabalon. Hoy se halla reducida á una pequeña circunferencia entre Colmenar, Noblejas, Ontigola, Ocaña y Aranjuez.
La población debió tener su asiento sobre el llano que hoy forma la extensión en que está construida la pequeña Iglesia y casa del Sr. Cura; lo indica así el empinado cerró del castillo, cortado naturalmente a plomo por la parte del río que antes lamia sus muros, y cuya corriente debió retirarse, formando después un hermoso soto de casi un kilometro de ancho. De este modo estaría en seguridad su vecindario resguardado por la defensa del fuerte que le dominaba, y lo inaccesible que era la subida por el Norte, donde aun hoy solo se conserva un sendero que se anda con dificultad y que por último termina en el mismo castillo, entrando por un boquete abierto naturalmente en un risco, desde donde parece se desafía el mundo que pudiera estar al pié.
Entre Mediodía y Occidente tenia Oreja una muralla ó bastion de que aun existen los cimientos, y según informaron al Sr. Quindós los naturales de aquel pueblo en el reconocimiento que practicó en 1796, estaba fundado sobre arcos de piedra para atravesar las bocas de los valles llamados Valseco y Valurde; agregando á esta fortaleza el castillo inespugnable por el Norte y Oriente por su elevada posición, debia hacer una población invencible, sobre todo hasta el descubrimiento de la pólvora en las grandes armas de artillería.
En la fachada del Mediodía del castillo hay una piedra blanca con un escudo de armas y una inscripción en letra gótica alemana muy clara y bella según el citado historiador; y que por su situación, lo convexo del marco del escudo donde están las letras y faltar algunos trozos á la piedra, solo puedo leer claramente estas palabras: facer=Rey=Don=Henrique IV= de=Comendador= año de MCDLIX. De que se infiere era alusiva esta lápida á alguna reparacion en el castillo que se hizo en tiempo de este Rey, cuando tenia la administración de la Órden de Santiago por la menor edad del Infante y Mestre D. Alonso su hermano. El escudo figura un árbol, y á su pié un lobo con un cordon como el del hábito de San Francisco, armas de los Arias Dávila, condes de Puñonrostro; de modo que el comendador que mandó hacer el reparo ú obra de la torre fue Diego Arias, contador de Enrique IV, teniendo entre otros títulos el de Señor de Alcobendas, de S. Agustin y de Puñonrostro y que tendria la encomienda de Oreja.
Desde este fuerte y respetable castillo defendió valerosamente contra Ocaña, su alcaide el capitán Villafuerte, los derechos de sucesión al trono de los Reyes Católicos por muerte de Enrique IV.
El año de 1540 conservaba el castillo de Oreja su artillería, pertrechos y municiones, como se verá en el documento de cambio de esta villa con posesiones del duque de Maqueda, tasándose en ochocientos treinta y seis mil seiscientos doce maravedíes. Hasta este tiempo se conservó el empleo de alcaide que después se ha unido á los alcaldes mayores de la villa de Colmenar.